sábado, septiembre 15, 2007

EL BALCON


No se su nombre,

ni por qué su mutilado cuerpo,

su rostro, es la imagen de un ángel

mientras sus ojos sueñan.


Las manos cruzadas en el pecho

y su respirar profundo, sereno,

el cabello que cubre una mejilla

es el rostro de la niña de antaño.


¿Hacia donde viajan tus sueños?

¿Que lugares pasados

más felices, de caramelo,

has visitado esta tarde?


Te ruego disculpas

por ser hoy mi inspiración

sin solicitar tu permiso,

por verte dormir tras el cristal

mientras me azota el viento,

por adivinar tus sueños,

por darme gratis tu semblante

con olor a niñez y adolescencia

en un tiempo que no retornará.


¡ Y es que estás tan bonita !

Tan indefensa, tan niña.

Tu cuerpo invadido de tanta paz

que rogaría verte así cada tarde:

los ojos cerrados, viviendo

y no los ojos abiertos: muriendo.


El sonido de tu voz

a buen seguro, ayer alegre, armonioso,

el soplo de la vida y el futuro,

no un susurro ajado en las calles.


Presa de cuatro paredes blancas, sola,

sueñas, viajas, ¡ vives !

El pecho se hinca en un respirar profundo

purificando fantasías que nunca abandonaron tu mente.


Dale continuidad a tu sueño,

sigue durmiendo, ángel de la vida,

soñando, viviendo...

No seré yo quien te despierte,

ni siquiera se tu nombre.


(Juanfran)