Poesía y poco más

jueves, julio 29, 2010

MARINERA



Espesa de brumas de todos los mares,

Y tu cara llena de curiosidad,

Llegaste en un barco que vino a estos lares

De un país lejano como tu ansiedad.



Tenían tus ojos dulzuras de enero,

Empinado el gesto por la ensoñación,

Frescura en el alma, tu acento extranjero,

No sé qué destino prendió tu ilusión.



Marinera,

Siento temblar todavía

Tu mano puesta en la mía,

Soñando por la ribera.



Marinera,

Flor de espuma tan lejana,

Que encontrara una mañana

Y como vino, se fuera.



Marinera,

Tengo el recuerdo grabado

De aquel amor que he dejado

Dolorido por la espera.



Marinera,

Ya nunca podré olvidarte,

Y aunque jamás pueda hallarte,

Siempre, siempre te querré.



(Tango Argentino. Versión de Los Sabandeños).

Que bien, vivimos en Spain.

Resulta curioso como está el patio, los argumentos que se escuchan, desde lo más racional a lo más extravagante o surrealista, con la decisión tomada por el Parlament de Cataluña acerca de la prohibición de las corridas de toros en 2.012. Y a veces, viendo las portadas de los periódicos, o los titulares de las ediciones de noticias, parecen que transmiten la sensación de ser un “asunto gravísimo, casi asunto de Estado”, y creo que hay que recapacitar un poquito.



Hoy compartía cartel de noticias del ¿gravísimo? Asunto taurino con la (para mí, si) muy feliz noticia de la suspensión de la famosa ley de Arizona que transformaba a delincuentes a seres humanos que no cumplen con “requisitos administrativos y burocracias”. Porque es demasiado cruel pensar que el instinto humano de supervivencia (que todos tenemos, ricos y pobres) lleve a personas a buscar un horizonte mejor, y terminen siendo tratados con el mismo rasero que quien empuña una pistola y mata a un semejante, o pone una bomba bajo un coche. Es cruel, e inhumano. Por eso me siento relativamente feliz, relativamente porque aun no ha acabado la batalla, pero feliz porque se ha puesto un punto de cordura. Y al tiempo, me siento feliz de hacer una doble lectura: esta ley en la “Piel de Toro” (nunca mejor para la ocasión) no tendría cabida jamás (a pesar de que algún programa político coqueteó con esos asuntos en épocas interesadas, devolviendo un tufillo de épocas dictatoriales ya pasadas, donde, entre otras cosas, éramos un País con inmigrantes que sobrevivieron lejos de nuestras fronteras), y en segundo lugar, que se haya debatido en un Parlamento Autonómico la muerte de animales en un espectáculo público arraigado socialmente, es indicativo que las personas “per se” ya son asunto sagrado e intocable para el legislador y el mismo ciudadano, y hace que avancemos y nos preocupemos del resto de seres vivos. ¿Positivo? Yo creo que sí.



En Francia, Brigitte Bardot se alegra de la prohibición taurina. Me alegraría que también defendiese además de a las focas y a los toros, a los inmigrantes de Marruecos en París, todo lo contrario a lo que hecho decenas de veces de la mano del Fascista Le Pen con sus programas políticos racistas y xenófobos. Eso sí, es que las focas son seres vivos, ¿no?.





Un juzgado de EE UU suspende los artículos más polémicos de la ley de Arizona. El texto, que iba a entrar en vigor este jueves, convierte en delito ser inmigrante ilegal.

(Antonio Caño- Washington - 28/07/2010)

Las celdas que el sheriff Joe Arpaio había preparado para alojar a los inmigrantes detenidos conforme a la estricta nueva ley del Estado de Arizona van a quedar por el momento vacías porque la justicia ha decidido, en el último minuto, suspender temporalmente los artículos más polémicos de la legislación que entra este jueves en vigor, incluido el que criminaliza la inmigración ilegal.

La juez Susan Bolton, que lleva la denuncia presentada por el Gobierno federal contra la ley de Arizona, ha basado su decisión en la consideración de que algunos de los artículos contenidos en esa iniciativa "perjudican a extranjeros legalmente residentes en Estados Unidos, incluso a ciudadanos norteamericanos, puesto que su libertad se ve afectada mientras su estatus es comprobado".
Estatus migratorio

La ley "requiere" (no sólo permite) a la policía comprobar el estatus migratorio de cualquier persona retenida por la comisión de cualquier falta o delito, tan simple como una infracción del tráfico o la violación de una ordenanza municipal, que resulte sospechosa, a criterio del agente involucrado, de haber entrado al país ilegalmente. La policía puede, de acuerdo a esa ley, mantener bajo custodia al sospechoso durante el tiempo que se requiera para hacer esa comprobación.

Bolton, antigua juez de condado elevada al distrito federal por el presidente Bill Clinton, paraliza también otros tres artículos polémicos, como el que acelera los procesos de deportación o el que convierte en delito el hecho de no portar papeles, y deja vigentes a partir de hoy únicamente aquellos que no son motivo de controversia, como el que castiga a las personas que recojan inmigrantes indocumentados en la calle para llevarlos a trabajar o el que crea mecanismos de reclamación en el caso de que alguien se sienta víctima de discriminación racial.

En las horas que restan entre la decisión de la juez y la entrada en vigor de la ley habría todavía, técnicamente, tiempo como para que el Estado de Arizona presentara un recurso ante un tribunal federal de apelaciones y una petición de que paralice la decisión de Bolton mientras se decida el recurso. Es decir, que podría buscar un congelamiento judicial de una orden de congelación. Pero los expertos creen muy improbable que una maniobra así pueda surtir efecto.

El largo periplo judicial

Lo que sí es seguro es que esta decisión judicial será elevada a un tribunal de apelaciones, probablemente por las dos partes implicadas: Arizona, para defender el conjunto de su ley, y la Administración central, para conseguir su completa revocación. Hay que recordar que el Gobierno de Barack Obama recurrió la ley ante los tribunales por considerar que el Estado de Arizona no tiene competencia constitucional para legislar sobre una materia, como la inmigración, reservada en exclusiva a las autoridades federales.

Y lo que es seguro también es que la batalla, larga y costosa en los tribunales -esto acabará quizá dentro de unos años ante el Tribunal Supremo-, será encarnizada en la arena política. Obama asumió un alto riesgo al denunciar la ley de Arizona, que cuenta con el apoyo de un 60% de los estadounidenses, según distintas encuestas. Al hacerlo, el presidente se sitúa frente a una mayoría de ciudadanos que dan prioridad a la seguridad fronteriza sobre el respeto a los derechos humanos, pero se reconcilia con los votantes hispanos, que pueden tener un papel relevante en las próximas convocatorias electorales. Para compensar su decisión, Obama ordenó el envío a la frontera con México de 1.200 soldados de la Guardia Nacional, que comenzarán a llegar desde principios del mes de agosto.

Un asunto con peso electoral

Este asunto va a ser, sin duda, uno de los temas estrella de cara a las elecciones legislativas de noviembre. Obama y algunos congresistas demócratas están impulsando la elaboración de una ley migratoria que aborde en conjunto los problemas de la seguridad fronteriza y de la permanencia de 12 millones inmigrantes sin papeles, pero es poco probable que en los meses que restan se alcance el consenso necesario para su aprobación.

La decisión judicial anunciada ayer agudizará también la polémica migratoria sobre el terreno. En Arizona se habían registrado en las últimas semanas algunas señales alarmantes sobre el nivel de tensión al que este debate está llegando. Una de ellas fue el patrullaje fronterizo nocturno que realizan periódicamente grupos extremistas armados.
Las organizaciones hispanas están preocupadas de que los brotes racistas puedan hacerse más frecuentes y más peligrosos como consecuencia de la frustración por la paralización de la ley de Arizona, y han convocado para los próximas días manifestaciones y actos en defensa de la convivencia racial y de los derechos de los inmigrantes. Un grupo de niños, hijos de inmigrantes en situación ilegal pero nacidos en EE UU, se concentró ayer frente a la Casa Blanca para pedir que sus padres no sean deportados.

Uno de los más frustrados por la decisión de la juez Bolton es el sheriff Arpaio, que dijo, poco después de conocerse la noticia, que no le había sorprendido, pero que eso no va a impedir que él siga cumpliendo con su trabajo de "limpiar las calles de indeseables". Arpaio no es hombre contemplativo. En los dos últimos años, su condado ha deportado a más de 26.000 inmigrantes indocumentados, una tercera parte de todos los del país en ese periodo.


"Esta tierra de Arizona es nuestra tierra"
La ley contra la inmigración refleja la polarización de la sociedad en el Estado fronterizo con México

GUILLERMO ALTARES (ENVIADO ESPECIAL) - Phoenix - 31/05/2010

Con una chapa en la que puede leerse "las armas salvan vidas", una joven trata de animar a su contertulio a que se sume a los Tea Party de Arizona, este movimiento populista ultraconservador que se está haciendo fuerte en Estados Unidos a la derecha del Partido Republicano. Su quiosco está presidido por un cartel en el que puede leerse: "Para inglés, pulsa 1. Para deportación, pulsa 2". Poco después de que terminase la marcha que reunió el sábado a miles de hispanos en el centro de Phoenix contra la nueva ley de inmigración de Arizona, unos 2.000 partidarios de la legislación, calificada de racista por grupos de derechos civiles y que ha encendido un debate nacional, se congregaron en un estadio de Tempe, una de las urbes que conforman la capital de este Estado del suroeste de Estados Unidos, fronterizo con México.

Más allá de la anécdota y de los lemas en muchos casos delirantes que adornaban las casetas -desde "Karl Marx no era un padre fundador" hasta "¿Qué parte de la palabra ilegal no has entendido?", "Ilegal no es una raza, es un delito", "Una sociedad armada es una sociedad civilizada", "Obama [con una hoz y un martillo] da miedo"-, el encuentro ultra refleja la extrema polarización de la sociedad en torno a la Ley SB1070 de Arizona, que comenzará a ser aplicada a partir del 29 de julio y que permite que la policía pare a cualquiera y le pida su documentación basándose en que pueda parecer un inmigrante sin papeles. La contestación a la ley ha provocado una movilización hispana sin precedentes en Estados Unidos.

Una encuesta nacional difundida la semana pasada por las cadenas de televisión NBC, MSNBC y TeleMundo revelaba que un 61% de los votantes respaldaban la nueva ley. El mismo sondeo señalaba que un 40% de los votantes registrados respaldaría a un candidato republicano que apoyase la nueva legislación, un dato muy importante para un año electoral (se celebran legislativas en noviembre). Y, en Arizona, la situación está especialmente polarizada, si no sería imposible que un sheriff como Joe Arpaio fuese reelegido una y otra vez desde 1992.

No estamos hablando de un tipo que se pasea con una estrella por la calle principal de un pueblo polvoriento del Oeste: Arpaio, un ex agente de la Agencia Antidrogas de EE UU (DEA) de origen italiano, de 67 años, es una de las máximas autoridades policiales del condado de Maricopa, que incluye la aglomeración urbana de Phoenix y que cuenta con cuatro millones de habitantes, un 31% de ellos de origen hispano. Y este sheriff -jaleado en el mitin del sábado por la noche en Tempe y vapuleado en la manifestación hispana que tuvo lugar unas horas antes- ha construido su reputación basándose en la extremada dureza, sobre todo con los sin papeles. Una de sus máximas hazañas es la Cárcel de Tiendas de Campaña de Phoenix, que exhibe con orgullo en su página web, y en la que se hacinan más de 2.000 detenidos, vestidos con trajes de presidiario a rayas y ropa interior rosa. Ya en 1995, un diario local, East Valley Tribune, ganó el Premio Pulitzer por una serie de reportajes sobre su acoso a los inmigrantes.

Y la mayoría de los votantes de Arpaio no asisten a mítines ultras como el de ayer en el que, parece muy demagógico pero fue así, los únicos hispanos presentes trabajaban como camareros en los restaurantes de comida rápida del estadio de béisbol en el que se celebró. El encuentro arrancó con el canto del himno estadounidense y un tremendo aplauso cuando acabó con el famoso "land of the free, home of the brave" (tierra de los hombres libres, hogar de los valientes). Aplausos similares se escucharon cuando un orador elogió a Fox News (casi se cae el estadio), cuando se levantaron los veteranos de guerra o cada vez que se nombraba la Ley SB1070. Los mayores abucheos se los llevaron Barack Obama y el presidente de México, Felipe Calderón. "¿Me escuchas, México? ¿Puedes escucharme desde aquí? Pues debes tener claro que esta tierra es nuestra tierra, no es tu tierra. Hemos pagado por ella, hemos trabajado por ella", exclamó desde la tribuna Larry Wachs, un periodista de Atlanta. Pam Stephenson, responsable de los Tea Party de Arizona, manifestó: "Juntos haremos más seguras nuestras fronteras y conseguiremos que regrese nuestra nación".

La ley SB1070

- La ley SB1070, aprobada en abril en el Estado de Arizona, y que entrará en vigor el 29 de julio, establece que la policía podrá parar a cualquier persona que pueda parecer un inmigrante sin documentación.
- Expertos legales aseguran que la legislación puede violar la Cuarta Enmienda de la Constitución de Estados Unidos, que prohíbe las detenciones arbitrarias.
- Comisarios de varias de las principales ciudades de Estados Unidos han pedido al fiscal general que impugne la ley. Afirman que no disponen de medios para aplicarla


El mundo de Joe Arpaio, el 'sheriff' más duro del oeste y maestro de las relaciones públicas.
Una de sus 'hazañas' es la cárcel de tiendas de campaña, en la que los presos, condenados generalmente por delitos menores, son obligados a llevar ropa interior de color rosa y trajes a rayas

GUILLERMO ALTARES | Phoenix (Enviado especial) 02/06/2010

Joe Arpaio, el sheriff del condado de Maricopa, en Arizona (cuatro millones de habitantes), cultiva una imagen de dureza. Bueno, en realidad, lo que hace ante todo es cultivar una imagen porque es una auténtica oficina de relaciones públicas. Acusado de acosar a los inmigrantes hispanos, de racismo, de estar obsesionado con la persecución de los sin papeles, se ha convertido en uno de los personajes más citados, a favor y en contra, en todo el debate en torno a la ley de inmigración de Arizona, la SB 1070, que a partir del 29 de julio permitirá a la policía pedir los papeles a personas que, por su aspecto, pueda parecer que residen ilegalmente en el país.

Arpaio, de 77 años, ex agente de la DEA durante un cuarto de siglo, lleva siendo reelegido como sheriff -uno de los muchos cargos que se votan en Estados Unidos- desde 1992. En aquellos tiempos el condado de Maricopa contaba con un millón de habitantes, hoy tiene cuatro millones de almas: Phoenix, que forma parte de su territorio, es la ciudad que más rápidamente ha crecido en EE UU y ya es la quinta urbe del país. Es un tipo directo, al que le encanta recibir a la prensa -apenas han pasado unas horas desde que se pide una entrevista hasta que se consigue- y que hace exhibición de dureza, empezando por su pisa corbatas con una pistola, una dureza grotesca, casi de caricatura, pero que le ha convertido en un personaje muy conocido a nivel nacional y que le hace ganar unas elección tras otra. Incluso se llegó a hablar de la posibilidad de que se presentase a gobernador.

Entre sus muchas hazañas, que exhibe a la prensa sin complejos, está la cárcel de tiendas de campaña. Situada junto a la prisión del Sheriff, en una de las inmensas avenidas que componen Phoenix (una ciudad que crece y crece y crece en medio de la nada), la Tent City de Arpaio es una cárcel formada por tiendas de campaña, en la que los presos, condenados generalmente por delitos menores, son obligados a llevar ropa interior de color rosa y trajes a rayas, como los de los apandadores. En la garita más alta, un cartel, como si se tratase de un motel, reza: "Habitaciones libres". "La idea es que aquí en Arizona, todo el mundo cumple la condena, íntegra. Si la haces, la pagas", explica el sargento que enseña las dependencias. "En otros Estados, como las prisiones están llenas, los liberan antes. Aquí, no. Aquí todo el mundo cumple la condena íntegra, porque basta con montar nuevas tiendas para que haya sitio", prosigue.

Preguntado por las acusaciones de violaciones de los derechos de los presos, Arpaio, en su oficina del centro de Phoenix, responde tranquilamente: "Una cárcel no es el Hilton". En su despacho, que tiene una vista magnífica sobre la ciudad, junto a su mesa, exhibe un cartel enorme sobre su Tent city: "Si no quieres cumplir la condena, no cometas el crimen". La oficina del sheriff es un lugar donde fluyen la testosterona y las armas. Su jefe de gabinete, sin ir más lejos, luce dos pistolas, una en cada sobaquera, que no se quita ni dentro de las dependencias.

Para las organizaciones que están promoviendo la creciente movilización en contra de la SB 1070, una protesta que cada vez más analistas comparan con el movimiento por los derechos civiles de los negros en los años cincuenta y sesenta y que se está convirtiendo en un fenómeno nacional, Arpaio simboliza lo peor de un Estado en el que la tradición racista ha convivido con una creciente población de origen mexicano. Los latinos son acosados a menudo por parte de los agentes del sheriff, que se enfrentan a decenas de demandas cada año. Si antes de la SB 1070, Arpaio era un personaje temido por la comunidad mexicana, cuando comience a aplicarse la ley las cosas irán a peor, mucho.

El martes por la mañana cuatro muchachos que participaron en una marcha desde Miami hasta Washington fueron a visitar al sheriff, a pesar de que tres de ellos residen ilegalmente en el país. Se trata de los defensores del llamado Dream Act, inmigrantes que llegaron sin papeles siendo niños a EE UU porque les trajeron sus padres y que, a pesar de ser totalmente estadounidenses, de haber estudiado aquí, de hablar castellano con acento inglés, no tienen la nacionalidad. Desde hace un año, una legislación espera en el Congreso para ser votada y permitiría que se les conceda la nacionalidad, bajo ciertas condiciones. Su causa cuenta incluso con la simpatía de sectores de la derecha.

"En todo Estados Unidos, muchos inmigrantes ven a Arpaio como el rostro del terror y no queremos que nuestras comunidades vivan con miedo", afirmó uno de ellos, Juan Rodríguez, el único que ha conseguido ser naturalizado. Los cuatro se plantaron en la oficina del sheriff, vestidos con camisetas rosas y acompañados por numerosos activistas que lucha contra la SB 1070. Pero Arpaio es un maestro de las relaciones públicas y detenerlos estaba fuera de cuestión. Montó una rueda de prensa, los abrazó y pareció emocionado cuando le contaron su historia. Y esta mañana estaba en todos los informativos.


Un nuevo movimiento por los derechos civiles prende en Arizona.
Decenas de miles de personas se manifiestan en Phoenix contra la nueva ley de inmigración.
El movimiento se extiende por otros Estados lejanos de gran población hispana.

GUILLERMO ALTARES | ENVIADO ESPECIAL, PHOENIX 29/05/2010

La referencia no puede ser más clara. En la marcha que hoy ha reunido durante todo el día decenas de miles de personas en Phoenix contra la nueva ley de inmigración de Arizona, las palabras Selma Birmingham o Martín Luther King se pronunciaban constantemente. La movilización contra la ley SB 1070 -que comenzará a aplicarse el 29 de julio y que permite a la policía parar a cualquier persona que sospeche que pueda estar de forma irregular en el país y pedirle sus papeles- ha tomado como modelo el movimiento por los derechos civiles que en los años cincuenta y sesenta cambió para siempre este país.

Lo tenía en la pared de casa y lo he sacado a pasear", señala Beny, de 60 años, un estadounidense de origen alemán, que ha acudido a la marcha con un cartel enmarcado del pastor que inició en Montgomery (Alabama) la lucha por los derechos de los negros. "Peleo también por los derechos de mis nietos, sospechosos por el color de su cuero. Con esta ley se puede llevar al bote a cualquier persona solo por el color de su cuero", insiste Beny en un colorido castellano. En la parte de abajo del cartel ha colocado una foto de sus dos nietos, mulatos; encima puede leerse una de las frases más célebres del doctor King: "El odio sólo lleva al odio".

La mayoría de los asistentes a la marcha era de origen mexicano: en total en Arizona se calcula que hay unos 460.000 inmigrantes irregulares, según datos del Pew Hispanic Center (la población hispana roza el 38% de los seis millones de habitantes del Estado). No obstante, muchos esperan que las cifras del nuevo censo, previsto para este mismo año, sean inferiores porque bastantes irregulares preferirán no abrir sus puertas a cualquiera que se presente con un carné oficial. Pero, también porque muchos mexicanos están comenzando a instalarse en Estados vecinos, lejos de las huestes de Joe Arpaio, sheriff del condado de Maricopa (al que pertenece Phoenix), famoso por sus durísimos métodos y uno de los personajes más insultados durante la marcha.

"Sólo quiero trabajar y vivir en paz", señala un joven mexicano, inmigrante irregular, que trabaja desde hace cinco años como cocinero. Preguntado por su nombre responde con un cortés: "Mejor no". "Este es un movimiento que va a ser cada más grande, porque esto no se puede parar. Estamos hablando de nuestro trabajo, de nuestros derechos, de nuestro pan", insiste este cocinero. Lo que califica de "hostigamiento" por parte de los oficiales del sheriff ha hecho que los movimientos de cualquier inmigrante indocumentado se reduzcan enormemente. "Por eso no verás a muchos hermanos como yo por aquí", agrega.

Frases impregnadas de la mística del movimiento de los derechos civiles -como "De Selma a Phoenix", "Dream" (Sueño) o "We shall overcome" (venceremos)- aparecían varias veces en las pancartas que coloreaban esta marcha eminentemente familiar (y tan multiétnica como la propia sociedad estadounidense) y trazaban un claro paralelismo entre las ciudades del Viejo Sur que encabezaron aquella lucha y lo que ocurre en Arizona desde que, a finales de abril, la gobernadora Jane Brewer firmó la ley SB 1070. "Es lo mismo, aunque disfrazado de diferente forma", responde Martín, de 38 años, cuando es preguntado sobre el movimiento de los derechos civiles.

Esta marcha de Phoenix es la segunda que se produce en estos meses: la última reunió a 25.000 personas, pero lo más importante es que el movimiento ha prendido en otros Estados de amplia población hispana, como Tejas o la vecina California, que también vivieron manifestaciones masivas. "Queremos evitar que una ley como esta se vote en otros estados", señaló en una breve intervención Pablo Alvarado, líder sindical y uno de los organizadores del movimiento, que también está promoviendo un boicot económico contra Arizona.

"Siempre llega un momento en que las minorías tienen que luchar sus derechos, incluso tienen que imponer su criterio por encima de las mayorías", explica Marcos Viveros, de 40 años, que dirige una de las muchas organizaciones que se están empezando a articular en torno a este movimiento, que cada vez está cobrando una mayor amplitud. "Gracias a luchas similares, las mujeres lograron el derecho al voto en EE UU y la gente de color acabó con la segregación. Los padres fundadores hicieron este país basándose en los derechos de los ciudadanos y esta ley va contra ellos", prosigue Viveros, residente legal. Las encuestas revelan que, mientras los hispanos están en contra de la ley, la mayoría de la población estadounidense (en torno al 60%) sí apoya este tipo de legislaciones que permiten detener y arrestar a los inmigrantes irregulares.

"Pienso que sí, por eso estamos aquí", responde Anastasio Madrigal, 60 años, cuando es preguntado sobre si cree que marchas como ésta y la movilización que está empapando todo el estado podrán parar la ley. Madrigal, tocado con un sombrero vaquero y con la piel endurecida por décadas de tajo al sol, ha trabajado durante 40 años en la construcción y es ciudadano estadounidense desde los ochenta. "Tengo muchos amigos que no tienen papeles, que tienen miedo a salir a la calle, a ser detenidos, a los agentes del sheriff, pero que trabajan tan duro como yo. Por eso estamos aquí. David Román, un estudiante de 24 años que ha venido desde San Diego para participar en la marcha, afirma: "Por mucho que manden al Ejército, por muchas barreras y leyes que pongas, da igual, la gente va a seguir viniendo mientras no haya trabajo en sus países. Es ley de vida".

http://www.elpais.com/articulo/internacional/nuevo/movimiento/derechos/civiles/prende/Arizona/elpepuint/20100529elpepuint_9/Tes

El rock agridulce de James Taylor







Escuchar James Taylor puede activar distintas emociones, pero principalmente, fundamentalmente, activará recuerdos, muchísimos recuerdos y sensaciones vividas (y compartidas). Así es al menos para mi. Recuerdos del paso de la niñez a la adolescencia y que bien podrían situarse en el tiempo junto a un grupo de niños de EGB que, al salir del colegio visitaban una casona vieja muy cercana para olisquear en los ensayos de un grupo musical llamado “Retorno” que en un futuro se convertiría en el hoy famoso “Medina Azahara”, así conocí a los primeros músicos y sus guitarras electricas, sus melenudas cabezas y los tradicioneles focos de colores, pero sobre todo el recuerdo de que en esa época nació el interés por las músicas distintas a las que escuchabas en la radio de tus padres o en el pickup del el abuelo, o las que habitualmente tarareábamos en las excursiones escolares. La música del bostoniano evoca a épocas de instituto, cuando un grupo de amigos observábamos embobados la destreza del “amigo mayor” con su guitarra eléctrica y junto a su amplificador. La escena era tan novedosa para nuestras vidas (como todo en la adolescencia) que cada tarde acudíamos a su casa, convirtiéndonos en la pandilla de amigos “más pesada del momento”. Y fue en una de aquellas ocasiones cuando, por primera vez, la magia de la música de Taylor llevó nuestra mente a “Caroline”, tan suavemente como con la mayoría de sus canciones te suele transportar. Y de ese primer contacto permanecen vivos, inalterables, los recuerdos de mi amigo catalán y su habilidad para tras escuchar dos veces la canción inmediatamente memorizar las notas musicales y llevarlas con sus dedos a su guitarra acústica, si, se agolpan muchos recuerdos: de cuerdas de guitarra acústica, de suave country, de las noches en las playa en Punta Umbria, de tiendas de campaña, de chicos barbilampiños, de primeros amores, de lo caro que resultaba comprar cualquier vinilo, de como nos pasábamos las grabaciones en cintas de cassette, de mochilas y cabezadas en los pasillos de los trenes, de amigos que hace tiempo que se fueron...muchísimos recuerdos, media vida.

Cuando vi este artículo del diario El Pais me di cuenta que siempre se descubren cosas nuevas sobre cualquier asunto, en este caso, de la vida de James Taylor. Había ido adquiriendo primero algún vinilo (con dificultad) que otro, más adelante sus discos en CD, y coleccionando direcciones de la web con videos suyos, pero conocía poco al artista, al Hombre. Hoy me alegro de haber descubierto un poco más de un artista en mayúsculas y de su historia de superación. Ahora ya no hay fantasmas en Carolina.

¿Pese a no ser muy conocido? No estoy de acuerdo, Manuel Cuéllar: muchos niños crecimos al calor de la música de James.  

El rock agridulce de James Taylor

(Manuel Cuéllar 19/01/2008 El Pais)

Un año antes, un joven de 19 años nacido en Boston (Massachusetts) decide viajar a Londres para alejarse de Manhattan y la heroína. Graba una maqueta y logra hacérsela llegar a Paul McCartney y George Harrison, que por aquel entonces habían puesto en marcha un sello discográfico llamado Apple y buscaban un buen primer artista al que lanzar al mercado. Incluida en esa grabación que escucharon los Beatles estaba una canción titulada Something in the way she moves, un poema de un desconocido llamado James Taylor. Harrison tomó prestado el primer verso

El próximo 12 de marzo cumplirá 60 años. Está sentado en un sofá de una habitación del elegante y lujoso hotel Berkeley de Londres. Lujoso, pero sin aspavientos. Mira con la profundidad de sus ojos azules y con una franqueza que es toda una virtud. “Realmente, aquella fue la primera buena canción que escribí, creo”, confiesa, al tiempo que intenta quitarle hierro al asunto del plagio. “Toda la música se roba. Todas las canciones se basan en algo que ya se ha hecho antes. Tengo la certeza de que él sacó la idea para escribir su canción de mi maqueta. Estoy convencido de que es algo más que una coincidencia. Pero los Beatles también han sido para mí una gran fuente de inspiración. Y con 19 años me ofrecieron la sensación de que alguien hubiese abierto una puerta y que el resto de mi vida estuviese al otro lado”. Así es James Taylor. Humilde y agradecido, pero con la inteligencia de los hombres a los que el tiempo les ha enseñado que la vida puede ser la empresa más amarga y fascinante a la que todo ser humano se ve obligado a enfrentarse. Así son sus canciones y así lo definió una de las revistas más prestigiosas del mundo, Time, que le dedicó su portada del 1 de marzo de 1971. Se trataba de un reportaje en el que se analizaba una nueva tendencia musical una vez superada la protesta, la canción social y el ruido que habían reinado a finales de la década de los sesenta. El nuevo rock: agridulce y tranquilo. Y su cabeza visible: James Taylor.

Melancólicas, desconsoladas, frágiles, sombrías, oscuras; de esta forma son las composiciones de James Taylor, aunque, al mismo tiempo, en su universo hay sentido del humor y esperanza dentro de las turbulencias. Taylor, pese a no ser muy conocido y popular en España, es uno de los artistas más influyentes de la historia de la música contemporánea estadounidense. Ha vendido más de 40 millones de copias de sus discos. Su primer recopilatorio de grandes éxitos logró vender más de 10 millo-nes. El mismísimo Elvis hizo una versión de su Steamroller blues, y otros artistas como Ray Charles, Emmylou Harris, Al Jarreau o Jimmy Buffet han cantado sus versos.

Ahora, a punto de convertirse en sexagenario, vuelve a los orígenes y presenta un nuevo disco, One man band, con sus canciones de siempre, pero interpretadas tan sólo con una guitarra y un piano. “Quería volver a la versión original”, asegura el cantante. Casi a su adolescencia, en la que eran él, su guitarra y su mundo. Este disco, para los que aún no le conocen, es una de las mejores formas de introducirse en el alma de Taylor; para los ya iniciados contiene un DVD con todas las canciones subtituladas en castellano. Un gran trabajo. Pero al mismo James Taylor le sorprende el hecho de que desde 2002, cuando apareció su último disco de estudio (October Road), no haya grabado ninguna composición nueva. “Empezaré a quitarme de encima todo lo que me impide componer el próximo septiembre. He alquilado un pequeño inmueble a unas cinco millas de mi casa. Es tranquilo, no tiene teléfono y allí podré trabajar. Y espero poder tener un álbum listo en unos seis meses. Necesito, en este momento de mi vida, este tipo de tranquilidad para escribir; de otra forma, me resulta imposible”, asegura. Y confirma que tampoco su próxima entrega será de composiciones propias. “Se trata de un disco de versiones. Mi banda lleva tocándolas desde siempre y nunca las hemos grabado en un estudio. Me parece una gran oportunidad”.

James Taylor and the Original Flying Machine: así se tituló el primer disco que grabó el músico con su banda de 1966 en Nueva York antes de su aventura londinense. El resultado: un fracaso. El grupo estalló en mil pedazos, y los contratos discográficos y el mundo de los tiburones de la música pudieron con el alma sensible de James Taylor. Fue el peor golpe que podía recibir un chico que tuvo que ser internado en un hospital psiquiátrico debido a una profundísima depresión. En aquella época de zozobra musical, un joven con demasiado mundo interior y tal vez buscando un consuelo rápido comenzó a consumir heroína. “Cuando tomaba drogas me sentía colocado, pero muchas veces aterrorizado. La gente que utiliza drogas termina intoxicada tarde o temprano. Comencé a tomar heroína en 1966 y no paré hasta el 7 de noviembre de 1983. Es algo muy difícil de describir. Aunque es algo muy común en mi familia”. La madre de James Taylor, una soprano y melómana empedernida, le inculcó a él y sus cuatro hermanos el amor por la música. Tanto, que todos llegaron a grabar discos. Pero el germen de la mala suerte y la fragilidad estaba instalado en el hogar de los Taylor.

“En mi familia, la mayoría, o ha muerto o está recuperándose de las adicciones. Mi padre falleció por el abuso del alcohol y mi hermano mayor, Alex, murió de una sobredosis de alcohol. Es algo terrible imaginarse que debes mantenerte consciente para poder beber tanto al-cohol que termine matándote. Es... [en ese momento, al músico se le hace un nudo en la garganta]... la típica enfermedad familiar. A finales de los sesenta, en Nueva York, para mí era tan fácil encontrar heroína como comprar una cerveza. En esa época hubo al menos cinco veces en las que, después de picarme, probablemente no tenía que haber vuelto a la vida, pero aun así lo hice. Apareció una luz.

Un amigo de correrías se cruzó de pronto con aspecto sano y recuperado. ‘Cuando creas que estés preparado, hazme una llamada’, me dijo. Así lo hice. Pero, para decir mi verdad más honesta, nunca me he arrepentido de esa época; es cierto que tuvo mucho de pérdida de tiempo, pero no puedes reescribir las cosas, y es posible que aquello sirviera para salvarme la vida, no lo sé. Tengo suerte de que la droga no me matara. Es indudable que me hice daño a mí mismo, de eso no hay duda. Pero ahora he llegado a un momento de mi vida en el que me siento bien dentro de mi pellejo y me siento agradecido de estar vivo, y sé cómo hacer mi vida confortable. Es como si mi vida hubiera estado suspendida durante cerca de 20 años. Vale: he escrito canciones, he tenido una carrera, pero...”.

Todos esos infiernos están dentro de las canciones de James Taylor. Pero también el abandono, el amor, el desamor, su país, su casa, sus mujeres. Letras muy cuidadas envueltas en guitarras acústicas que James toca como sólo él puede tocar, y con unas armonías vocales que el músico cuida hasta la extenuación. “Hago la música que yo quiero escuchar, aunque también es cierto que en algunas de ellas se cuelan mensajes para otras personas. Back on the higway, My travelling star, Daddy is all gone, There is nothing like a hundred miles: todas ellas cuentan la vida en la carretera, la terrible contradicción de echar de menos a la gente que quieres pero, al mismo tiempo, necesitar hacer tu trabajo. Aunque, en otro orden de cosas, lo que quieren decir estas canciones es que, para este mundo, la forma de actuar de los hombres no es buena. Me refiero a hombres en contraposición con las mujeres. La energía del hombre es destructiva, y tendría que saber comportarse mejor, para empezar, con el planeta”.

Ésa no es la política más cercana a EE UU. “Que jodan a George W. Bush. Ese tipo no existe. Lo que ocurrió en aquellas elecciones fue un fraude a los ciudadanos y un fraude a la democracia. Todos sabemos que su Administración es criminal y falsa, sabemos que es opaco y corrupto, pero aún le seguimos votando. No tengo una explicación a por qué la mayoría de la población de Estados Unidos se sigue viendo representada por ese hombre”.

En esta historia falta el final feliz: “Las drogas son esencialmente aburridas y una pérdida de tiempo. Es tener la misma experiencia una y otra vez. Realmente, sustituyes las experiencias vitales por la droga; básicamente, reduces tus vivencias a una especie de anestesia química. Es tedioso, aterrador y deprimente. Al principio parece que funciona, te hace sentir mejor, más sociable, más echado para delante y con más éxito, y confortable. Pero, al final, la cuestión es que tienes suerte si no te mata o no mata a cualquier otra persona. Te dices que nunca más volverás a probarla una y otra vez. Cada mañana en la que te levantas enfermo, dices ‘nunca más’. Hay momentos terriblemente humillantes y descorazonadores, momentos clave, como presentarte delante de tus hijos totalmente drogado o quedarte dormido en una cena de Acción de Gracias por efecto de las drogas o el alcohol, o levantarte por la mañana y tener que dedicar tres horas a buscar tu coche porque no tienes ni idea de dónde lo has aparcado. Mi momento clave fue con la metadona: cuando tienes que viajar, te dan la cantidad necesaria. Recuerdo que tuve que hacer un viaje a Japón y, una semana antes de marchar de gira, me dijeron que la ley allí impedía introducir ninguna sustancia. No podía cancelar la gira. Me armé de valor y viajé sin la metadona. No podía comer nada, tenía convulsiones, como un animal enjaulado y loco en la habitación. Fueron dos semanas de mono y ahí lo supe. Ahora estoy recuperado”.

http://www.elpais.com/articulo/portada/rock/agridulce/James/Taylor/elpepusoceps/20080119elpepspor_3/Tes

lunes, mayo 24, 2010

CUANDO ESTÁ LLOVIENDO



Cuando está lloviendo, amor, tus besos
suenan más lentos y más húmedos:
muestran sus alas y dividen sus números y sus flores,
y el aire apenas nos toca.

Cuando está lloviendo, amor, tus piernas
están más cerca de mis ojos:
están más seguras y más húmedas:
la tierra abre su madurez de hielo
y se deja llevar hasta la noche:
ni tu cuello ni tus dedos
permanecen ocultos en la sombra.

Cuando llueve y caen como niños hambrientos
pedazos de cielo y trozos de tierra,
me siento más unido a tus ojos.

Cuando está lloviendo, amor, me siento más lejos de tus vestidos
y más cerca de tu cuerpo,
y no es el aire
y no es el frío
y no son los ojos ni los labios
y no es el nombre en los árboles
y no es la sombra:
un oscuro vendaval de telegramas anda suelto.

Cuando llueve, amor, pienso en los árboles y en las hojas,
y sólo miro la sombra para encontrar tus labios.


( RAMÓN PAREDES DE ISABELA )


ACORDES APASIONADOS




Con la suavidad que el guitarrista
rasguea las cuerdas de su guitarra
así mis manos te acariciarían,
intentando arrancar también un sonido,
el más hermoso, el de tu gemido.


Cantaba:
“Y a la flor de la noche
Duerme la nana,
con la frente caída,
Y alas plegadas”.


Pero son mis alas las que te envuelven,
las que rozan tu piel,
las que protegen la hermosura de tu cuerpo.
Esta partitura del amor,
siempre tan difícil de interpretar,
la encuentro tan sencilla en tu pecho,
ese que sueño agitado mientras lo beso.

Me miras, me sonríes y suplicas más música,
más sonido de cuerdas
que retumban en tu sexo.
Yo te entregaré partituras, sinfonías,
las canciones del amor,
las que te hagan soñar, las que te hagan sentir.

Es difícil componer canciones de amor,
más contigo interpretarlas es tan fácil:
Tú eres el instrumento,
el sonido es tu cuerpo,
tu boca la que entona la música
y tu corazón el que la siente.


Y dejaré en tu cama una Rosa…


(Jf 05/11/05)



viernes, mayo 14, 2010

Canción a la luna



Song to the Moon (Rusalka)

Měsíčku no nebi hlubokém,
světlo tvé daleko vidí,
po světě bloudíš širokém,
díváš se v příbytky lidí.
Měsíčku, postůj chvíli,
řekni mi, kde je můj milý!
Řekni mu, stříbrný měsíčku,
mé že jej objímá rámě,
aby si alespoň chviličku
vzpomenul ve snění no mne.
Zasvit mu do daleka,
řekni mu, kdo tu naň čeká!
O mně-li duše lidská sní,
af se tou vzpomínkou vzbudí!
Měsíčku, nezhasni, nezhasni!






Canción a la luna (Rusalka).

Luna, que con tu luz iluminas todo
desde las profundidades del cielo
y vagas por la superficie de la tierra
bañando con tu mirada el hogar de los hombres.

¡Luna, detente un momento
y dime dónde se encuentra mi amor!

Dile, luna plateada,
que es mi brazo quien lo estrecha,
para que se acuerde de mí
al menos un instante.

¡Búscalo por el vasto mundo
y dile, dile que lo espero aquí!
Y si soy yo con quien su alma sueña
que este pensamiento lo despierte.

¡Luna, no te vayas, no te vayas!

(Antonín Dvořák)

miércoles, abril 28, 2010

Entre tu verdad más honda




Entre tu verdad más honda
y yo
me pones siempre tus besos.
La presiento, cerca ya,
la deseo, no la alcanzo;
cuando estoy más cerca de ella
me cierras el paso tú,
te me ofreces en los labios.
Y ya no voy más allá.
Triunfas. Olvido, besando,
tu secreto encastillado.
Y me truecas el afán
de seguir más hacia ti,
en deseo
de que no me dejes ir
y me beses.


Ten cuidado.
Te vas a vender, así.
Porque un día el beso tuyo,
de tan lejos, de tan hondo
te va a nacer,
que lo que estás escondiendo
detrás de él
te salte todo a los labios.
Y lo que tú me negabas
—alma delgada y esquiva—
se me entregue, me lo des
sin querer
donde querías negármelo.

(Pedro Salinas. De "La voz a ti debida")



sábado, abril 17, 2010

ANTES DE QUE TE VAYAS



Cuando te vea llegar
iré desempolvando
tantos besos que guardaba
envueltos en celofanes.
El secreto que yo sólo se.

Cuando te vea llegar,
cuando al fin me mires
caerá el velo de la vergüenza
y lo enviaré al olvido

Cuando al fin llegues
se detendrán los relojes
durante unos breves minutos,
y me burlaré del calendario.
Entonces sí.

No querré despertar del sueño
ni será necesario que me pellizques
para saber que estoy vivo
Mejor, seguir soñando,
No, no me despiertes.

Una blanca sonrisa
iluminará tus pisadas
como una estrella fugaz que se acerca
y se dibuja en la noche.

Así es el sueño, y
cuando te vea llegar
te regalaré un libro.
Aunque después te marches.
Antes de que te vayas.






(Jf 18/04/2010)

jueves, abril 01, 2010

AMIGOS

IL MIO AMICO (G.Morandi)





Il mio amico cammina
che sembra un pendolo
attraversa la strada
e tutti lo guardano
in questo mondo veloce si muove a fatica
ma tu guarda che razza di scherzi ti fa la vita
il mio amico e' sempre stato cosi'
fino da piccolo
con la faccia bambina e impaurita
che sembra un cucciolo
quando parla il mio amico farfuglia piano
e le parole nell'aria si sciolgono
come venissero da lontano
ma il mio amico è il mio amico
e solo io so com'è
lui ha un cuore pulito che un altro non c'è
il mio amico quando è solo ascolta canzoni
e ad ogni nota riaffiorano in lui
vecchie e nuove passioni
quando tu sei arreso e non sai cosa fare
lui ti dice addormentati e prova a sognare
vorrei essere anch'io cosi' ingenuo e felice
invece corro da sempre e non trovo mai pace
il mio amico almeno e' una bella persona
uno strano violino con le corde di seta
in un mondo distratto che cinico suona
questo grande concerto che in fondo è la vita
il mio amico non parla mai di odio e sfortuna
anzi dice era peggio non essere nato
non avrei mai potuto vedere la luna
e tutte le altre bellezze che Dio ha creato

Il mio amico a volte scompare e non lo vedo piu'
anche lui soffre mesi d'amore
e non li manda giu'
gli succede di solito con una sconosciuta
e ogni volta ancor prima che inizi
è una storia finita
ma il mio amico è il mio amico
e solo io so dov'è
se vuol farsi trovare, se ha bisogno di me
o se invece vuol stare per giorni a parlare
sulla spiaggia da solo con le onde del mare
il mio amico che gioca con gli occhi a pallone
ci incoraggia e soffre anche in allenamento
lui da bordo del campo comanda l'azione
ondeggiando leggero come grano nel vento
dal mio amico ho imparato un milione di cose
per esempio ad amare senza esser riamato
a guardare la luna e i giardini di rose
e tutte le altre bellezze che Dio ha creato

il mio amico è il mio amico
e non lo cambierei
i ricordi piu' belli ce li ho insieme a lui
in questo mondo veloce
il mio amico si muove a fatica
proprio lui che mi aiuta a capire
e ad amare la vita

Y LUEGO, QUE LES LLEGUE LO DIVINO


Si, porque hasta día de hoy, seguimos en la Tierra, y aquí los hombres se dotan de leyes, que son las normas de convivencia entre mortales. Normas de las que nadie, sea el que sea el cargo o estatus que ocupe, debe infringir. Cuando eso sucede, la infracción debe ser vista y analizada conforme a esas normas, y valorada por quien la humanidad considera que es el más ecuánime para decidir: un juez o una jueza.

Lo que está sucediendo con la Iglesia Católica, o más bien, lo que ha sucedido y ahora se está conociendo es abominable, y en todo modo inadmisible. Y no vale excusarse cínicamente como el Obispo de Tenerife en “el secreto de confesión”. ¿Os imagináis a un doctor o una doctora encubriendo cualquier caso de violencia de género en el Servicio de Urgencias de cualquier hospital, refugiándose en el secreto profesional o confidencial Médico/Paciente? Sería intolerable, tanto como lo que está sucediendo.

La palabra que podría definir lo que sucede, es que es algo “ASQUEROSO”, no tiene otra consideración para mí. Es difícil ponerse en la situación de esos/as niños/as, y en la de sus familias. Y veo que es un deber, un principio moral (frente a los/as que tantos nos hablan de “moralidad”) estar a su lado y exigir justicia. No sólo ya porque tengamos unas normas que sancionen esto, sino porque nuestra propia conciencia y valores como seres humanos lo penalizan.

Que triste es que la labor social de aquellos curas obreros que luchaban contra la Dictadura Franquista, o contra las injusticias en cualquier punto del planeta, o el apoyo que para el mundo y movimiento obrero a la hora de dignificar el trabajo supuso la Doctrina Social de la Iglesia, queden de nuevo pisoteadas por muchos de los integrantes de la curia. Tal vez por eso, jamás haya creído en ellos, lo suyo no fue nunca predicar con el ejemplo. Por eso no cuentan con mi clientela.

Sería imposible colocar a unos padres en la silla de la decisión judicial, porque aunque justificado (no me gustaría verme en su situación, estoy seguro que por un hijo se puede llegar a perder el norte y el autocontrol) por su posición dejarían de ser imparciales. Pero si que actúe quien tiene encomendado la misión de administrar e interpretar la justicia. Y de manera implacable. Aquí no vale salir con la escusa del Derecho Canónico y otros camuflajes a los que los poderosos nos tuvieron acostumbrados. Esto es muy Civil, y totalmente Penal.

No seré yo quien juzgue ni emita un “Ego te absolvo”. Aquí, abajo, eso le corresponde decidirlo a un/a Juez/a.

En lo divino, que lo Divino o la propia conciencia deliberen o decidan el “Ego te absolvo a peccatis tuis in nomine Patris et Filii et Spiritus Sancti”. Aunque la mía, mi conciencia, me dice que aunque puede existir el perdón, la “penitencia” será larga. Muy larga.




EL PAPA ARMA SU DEFENSA ANTE LA AMENAZA DE JUICIOS POR ABUSOS

La Justicia de EE UU dilucida si las víctimas pueden procesar a Ratzinger.- El Vaticano se aferrará a la inmunidad del pontífice como jefe de Estado (Lucia magi / David alandete - bolonia / washington - 01/04/2010)

El Vaticano prepara la defensa del Papa en Estados Unidos, en un caso en el que tres ciudadanos de Kentucky quieren sentarle en el banquillo de los acusados por negligencia y encubrimiento de abusos sexuales por parte de curas pederastas, cuando era prefecto para la Congregación de la Doctrina y de la Fe. Sus abogados defenderán que Benedicto XVI disfruta de inmunidad como jefe de Estado, según documentos consultados por Associated Press, un argumento que ya fue asumido por el Departamento de Justicia de EE UU para defender al pontífice de una demanda en Tejas en 2005.

El abogado que representa a las tres víctimas, William McMurry, niega que sea un argumento válido. "Este caso ya ha pasado por un juzgado federal que ha desestimado que el pontífice tenga inmunidad", explica en conversación telefónica. "En el caso de Tejas se acusó al Papa directamente de los abusos. Esto es otra cosa: se acusa a una persona, Joseph Ratzinger, de haber encubierto abusos y protegido a abusadores cuando era cardenal y encargado de supervisar a los obispos".

McMurry quiere, además, que este caso se convierta en una demanda civil colectiva en representación de todas las víctimas de abuso en EE UU. Ayer, una abogada de Florida, Jessica Arbour, que representa a una de ellas, difundió una carta enviada por la Santa Sede a la Archidiócesis de Miami en 1968 en la que se aprobaba la acogida del padre Ernesto García-Rubio, huido de Cuba por "serias dificultades de naturaleza moral (homosexualidad)". Según Arbour, en la época, ese término se usaba para referirse a pederastas.

En el caso que representa McMurry, el Vaticano argumentará, además, que los integrantes de la Conferencia Episcopal norteamericana no son asalariados del Vaticano y que, por lo tanto, no se puede considerar a éste responsable último de sus decisiones. El abogado ha incluido en sus pruebas para la acusación el documento conocido como Crimen Sollicitationis, emitido por Roma en 1962, en el que se asegura que los abusos pederastas están protegidos por el "secreto del Santo Oficio". Los abogados del Papa defenderán que, en el lenguaje de la curia, ese texto no recomienda expresamente a los obispos que no avisen a la policía de los abusos.

Este caso es el primero en que la Justicia de EE UU intenta establecer si las víctimas pueden llevar a juicio directamente al Vaticano. "Es una idiotez", comenta Filippo di Giacomo, sacerdote y experto en derecho canónico. "La Iglesia no es una multinacional tabacalera. No se puede acusar al Santo Padre por delitos de algunos curas. Nosotros no somos sus empleados y él no puede ser responsable en cargos particulares. Cada obispo controla su diócesis".

"Si la jurisprudencia norteamericana considera al Santo Padre responsable por unos curas que abusaron de niños en 1962, entonces el Tribunal Vaticano podría llamar a juicio a la Casa Blanca por el asesinado del arzobispo de San Salvador, Óscar Romero, asesinado en 1980 por su lucha en contra de la dictadura que EE UU impuso en aquel país. A ver si viene Obama a declarar aquí".



http://www.elpais.com/articulo/sociedad/Papa/arma/defensa/amenaza/juicios/

abusos/elpepisoc/20100401elpepisoc_6/Tes


OTRO ESCÁNDALO DE OCULTACIÓN DE ABUSOS A MENORES SALPICA AL PAPA

El Vaticano no castigó a un cura pederasta porque estaba "muy enfermo" cuando Benedicto XVI era cardenal.- El portavoz vaticano niega que la ley canónica prohíba denunciar a la justicia.- La Santa Sede acusa a la prensa de "golpear" al Papa (Miguel Mora - Roma - 25/03/2010)

El Vaticano vuelve a temblar con la exclusiva de The New York Times sobre el sacerdote Lawrence C. Murphy, que abusó de 200 niños sordos en Wisconsin durante más de 20 años.

El diario estadounidense cuenta hoy que en 1996 el entonces cardenal Joseph Ratzinger, quien era prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, no respondió a dos cartas sobre el caso enviadas por el arzobispo de Milwaukee. En ellas se señalaba como autor de los abusos a Murphy, que trabajó en una prestigiosa escuela para niños sordos entre 1950 y 1974. Pese a las repetidas advertencias, se optó por intentar acallar el asunto para evitar el escándalo en vez de expulsar al eclesiástico. Los documentos se han hecho públicos ahora, durante un juicio contra la Archidiócesis de Milwaukee.

L'Osservatore Romano, el diario oficioso de la Santa Sede, negó las imputaciones y acusó a la prensa de "un evidente e innoble intento de golpear, a toda costa, a Benedicto XVI y sus más estrechos colaboradores".

El caso de Murphy, afirma The New York Times, es uno de los miles que durante décadas miembros de la Iglesia han dirigido a la Congregación para la Doctrina de la Fe, dirigida por Ratzinger entre 1981 y 2005, y encargada de decidir las expulsiones y canonizaciones.

Ocho meses después de que Ratzinger recibiese las cartas, su número dos, el cardenal Tarcisio Bertone, actual secretario de Estado del Vaticano, ordenó a los obispos de Wisconsin comenzar un juicio canónico secreto que podía haber llevado a la expulsión de Murphy. Pero Bertone paró el proceso después de que Murphy escribiera a Ratzinger explicando que no debería ser enjuiciado pues estaba enfermo y arrepentido, cuenta el rotativo. "Solamente quiero vivir el tiempo que me queda en la dignidad del sacerdocio", suplicaba Murphy en la misiva. "Solicito su bondad en este asunto", clamaba a Ratzinger. Los archivos no contienen la respuesta del hoy Papa.

En lugar de ser castigado, Murphy fue trasladado en 1974 del Arzobispado William E. Cousins de Milwaukee a la Diócesis Superior, en el norte de este Estado, donde pasó los últimos 24 años trabajando con niños en colegios e iglesias parroquiales, y hasta en un centro de detención juvenil, detalla The New York Times. Murió en 1998.

"EL DERECHO CANÓNICO NO PREVÉ CASTIGOS AUTOMÁTICOS"
El portavoz de la Santa Sede, Federico Lombardi, ha publicado hoy completa la nota enviada al diario estadounidense en la que afirma que no se castigó a Murphy porque estaba "muy enfermo". Lombardi subraya que el Vaticano solo fue informado del caso en 1996, años después de que la investigación hubiera terminado, y afirma que el cura no fue expulsado del clero "porque el derecho canónico no prevé castigos automáticos". La realidad es que algunos delitos sí prevén ese tipo de correctivo: la revelación del secreto del sumario, por ejemplo, está penada por el código canónico con la excomunión automática.

El comunicado oficial indica que, al abusar sexualmente de niños sordos, el padre Murphy "violó la ley, y cosa aún más importante, la sagrada fe que las víctimas pusieron en él". Lombardi aprovecha para recordar que "las normas de la Iglesia no han prohibido nunca denunciar los abusos a menores a las autoridades judiciales". Pero la afirmación es cuando menos dudosa: tanto el Código como la instrucción Crimen Sollicitationis, de 1962, penan severamente la revelación de los casos juzgados por el Vaticano, y la costumbre durante decenios ha sido no denunciar a los criminales a la justicia y lavar en casa los trapos sucios para tratar de evitar el escándalo.

Roberto Mirabile, el presidente de la asociación italiana de víctimas de la pederastia Caramelo Bueno, que asesora desde hace 13 años a jóvenes que han sufrido abusos, explica a El PAÍS: "Ni los obispos en sus diócesis, ni la propia Curia, ni siquiera el tribunal de la Congregación para la Doctrina de la Fe han enviado jamás a un cura a la cárcel por un crimen pederasta". "Al revés -prosigue-, se han limitado a trasladar a los culpables de diócesis en diócesis, permitiendo que los criminales continuaran abusando impunemente y convirtiéndose así en encubridores y cómplices con el terrible agravante de su autoridad moral".

DETENCIONES EN LA PLAZA DE SAN PEDRO
Miembros de SNAP, organización estadounidense de víctimas de abusos de la Iglesia católica, se han concentrado esta mañana en la Plaza de San Pedro del Vaticano para denunciar los abusos del padre Murphy y han repartido octavillas en las que se narran los detalles del caso. Cuatro miembros de la organización han sido detenidos por la policía mientras hablaban con los periodistas, entre ellos la presidenta de Snap, Barbara Blaine, quien, visiblemente nerviosa, preguntaba en inglés a los agentes si había hecho algo malo y pedía a los fotógrafos que tomasen imágenes de lo que estaba pasando.
En medio de este rosario de escándalos y revelaciones sobre abusos que salpican a la Iglesia católica, el Papa ha recibido hoy a los obispos escandinavos en audiencia, y ha defendido los derechos del embrión sobre el "supuesto" derecho a abortar. El "derecho de los niños a ser concebidos y llevados en el útero, venir al mundo y crecer en el seno del matrimonio" es un "derecho fundamental" al que se debe "dar prioridad" sobre "otros modelos de familia" y sobre "el supuesto derecho al aborto", ha dicho Ratzinger.


http://www.elpais.com/articulo/sociedad/escandalo/ocultacion/abusos/menores/salpica/Papa/elpepusoc/20100325elpepusoc_2/Tes


"EL VATICANO NO HA INVESTIGADO, SÓLO ENCUBIERTO"

El portavoz de las víctimas de Austria denuncia que el Papa conocía los abusos y no actuó para impedirlos (Gloria Torrijos - Paudorf - 22/03/2010)

El religioso Udo Fischer, la voz de las víctimas de los abusos sexuales de los curas católicos en Austria, está convencido de que "el Vaticano nunca ha investigado, sólo ha encubierto" los casos de pederastia. "Tanto el papa Juan Pablo II como el actual, Joseph Ratzinger, cuando era cardenal, sólo los han encubierto. Ambos protegieron al prelado pedófilo Hermann Groer para que quedase impune. Es un escándalo", asegura Fischer.

Este religioso tuvo un activo papel en la denuncia de los abusos que sufrieron, entre otros, jóvenes seminaristas en la década de los setenta por parte de quien era en ese momento su profesor de religión, que llegó a primado de la Iglesia católica en Austria, el cardenal Groer.

Fischer, de 57 años, ha advertido ahora de que los fieles "se decepcionarán aún más si el Papa no introduce cambios" en la Iglesia ante las denuncias de abusos sexuales. "Jesús, con toda seguridad, no habría callado sobre esto", comenta a EL PAÍS en su casa parroquial de Paudorf, en Baja Austria.

En su opinión, "Benedicto XVI tenía que haber comparecido públicamente y de forma contundente hace tiempo". Su silencio ha sido "muy dañino". "Sin duda, los casos de pederastia son el mayor reto al que se enfrenta la Iglesia en los últimos 100 años", y la confianza en la que se basa una comunidad como la Iglesia "está rota".

A la pregunta de por qué él es el único clérigo que critica al pontífice, contesta: "Alzo la voz porque me arropan las 6.000 firmas que me apoyaron en 1998", cuando el obispo de St. Poelten (capital de Baja Austria), Kurt Krenn -"quién protegió siempre a Groer"-, "me prohibió que en los siguientes siete años siguiera ejerciendo de sacerdote".

Fischer explica que el primado le investigó. "No halló nada improcedente en mi conducta. Ahí se acabó todo, pero Krenn se negó a bendecir nuestra nueva iglesia. Todo ocurrió porque yo, que coincidí en el seminario con Josef Hartmann -el primero que denunció públicamente haber sido abusado por Groer-, y afirmé, pese a la postura de los obispos, que no era un loco, sino una persona tímida que jamás se habría atrevido a denunciar algo así si no fuera real".

"Tres años más tarde", prosigue, "compañeros de mi monasterio se alzaron contra el cardenal. Le inculparon de los abusos. Volví a defender a las víctimas. Más de 170.000 personas de toda Austria firmaron en mi favor".

"Entonces los sacerdotes desconocíamos con qué reglas se jugaba en Roma. Ignorábamos el decreto de 1962, que fija que quien ha sido abusado sexualmente por religiosos no puede hablar por estar bajo secreto de confesión. Ese decreto, que trascendió porque fue filtrado en latín y en inglés en Internet, a finales de los noventa, fue reelaborado en 2001 por Ratzinger. Se llama De Delictis Gravioribus e introduce como única diferencia que es la Santa Sede la que debe decidir sobre los casos", añade.

La solución, opina este religioso, pasa por "remitir los delitos cometidos por religiosos a tribunales civiles, pues sólo ellos pueden dictar sentencias y proteger a las víctimas".

Con ello se contrarrestaría, en su opinión, la práctica habitual de la jerarquía católica de trasladar al sacerdote pederasta a otra parroquia. "Lo hacen sin avisar de su conducta a su nueva comunidad, y obligan al abusado a callar debido al secreto de confesión. Luego, presionan y persiguen a quien intenta denunciarlo. Así, vuelven a cometer delitos una y otra vez con menores".

"El actual Papa tiene que reconocer su culpa porque estaba informado al cien por cien y no hizo nada. No sólo los obispos son culpables". Cuando hace tres años visitó Austria "no emitió ni una sola sílaba sobre ésta, la mayor crisis en la Iglesia en este país en el último siglo, ni sobre las víctimas. Si ahora exigimos una disculpa del Vaticano, del pontífice, no es un ataque contra la Iglesia, ya que la Iglesia somos nosotros, sino que exigimos que quede sin mácula", subraya el sacerdote.

Udo Fischer cree que actualmente muchos sacerdotes comparten su opinión, pero no se atreven a expresarse en voz alta. "Yo no tengo nada que perder dado que ya fui represaliado", comenta.

El núcleo eclesial "está frustrado y amargado", continúa. Si se hiciera un sondeo, "el 85% de los sacerdotes y profesores de religión respondería que no confía en el actual Papa. Nosotros somos los que damos la cara por la Iglesia católica. Nuestra posición es muy difícil. Lo estamos pasando muy mal".

http://www.elpais.com/articulo/sociedad/Vaticano/ha/investigado/solo/encubierto/elpepisoc/20100322elpepisoc_4/Tes


CERCO A RATZINGER EN ALEMANIA
Laura Lucchini - Berlín - 21/03/2010

La pastoral del Pontífice no hace mención alguna a los escándalos en el seno de la Iglesia alemana, mientras el país está que arde. Las últimas informaciones en la prensa nacional disparan directamente contra el propio Ratzinger. El semanario Der Spiegel publicaba ayer nuevos detalles sobre el sacerdote pedófilo Peter Hullermann, que fue ocultado en Baviera, cuando Joseph Ratzinger era obispo en Múnich, en 1980. Según la citada investigación periodística, el Papa era "más consciente de lo que se ha contado hasta ahora" de que aquel sacerdote de Essen era un abusador

En una carta enviada entonces desde Essen se informaba a la diócesis de Múnich de los abusos que Hullermann había cometido. Asimismo, en una entrevista en la cabecera alemana Tagesspiegel, el psiquiatra Werner Huth, quien asistió a Hullermann entre 1980 y 1992, confirma que alertó a los colegas de que este hombre "no debía volver a trabajar con niños". Según su descripción, el sacerdote era un pederasta y además "no manifestaba intención de cambiar". La Iglesia católica, sin embargo, no escuchó estos avisos.

En consecuencia, Joseph Ratzinger, cuando era obispo en Múnich y responsable de asignar las misiones y ordenar los traslados de los curas, habría ocultado "conscientemente" al pederasta, lo que le permitió volver a delinquir y por lo que después fue condenado. Hullermann fue trasladado a Baviera con la directa aprobación del actual Papa.

Hullermann debería haber hecho en Múnich una "psicoterapia" y, sin embargo, volvió a trabajar en seguida, también con niños. Cuando el sacerdote volvió a abusar de un menor, en 1986, Ratzinger ya estaba en Roma. Según argumentó el Obispado de Múnich, el actual Papa no había sido informado de que el sacerdote volvió a trabajar sin interrupciones.

Las constantes informaciones sobre la corrupción sexual en la Iglesia alemana tienen conmocionado al país. El último caso ha salpicado también al presidente de la Conferencia Episcopal, Robert Zollitsch, quien supuestamente habría encubierto a un pederasta en 1991, sin denunciar los hechos a la fiscalía. Zollitsch era responsable de recursos humanos en la diócesis de Friburgo, desde donde ordenó la jubilación anticipada del párroco Franz B., que entre 1968 y 1991 había abusado de, al menos, 17 niños y adolescentes. La historia ha sido recopilada por la televisión ARD, y el diario Badische Zeitung.

En el programa de televisión citado una víctima relató los abusos que sufrió desde los 11 hasta los 17 años. Al principio fueron besos y caricias pero, con el paso del tiempo, se convirtieron, en ocasiones, en "sexo duro", dijo.

En 1991, Zollitsch interrogó al párroco Franz B. sobre el caso, pero éste lo negó todo. Pese a ello, ordenó su jubilación anticipada con la orden explícita de que se mantuviera alejado de niños y adolescentes. Durante cuatro años más, el caso se mantuvo oculto dentro de la comunidad en la que trabajaba el párroco hasta que, en 1995, a raíz de una nueva denuncia, el sacerdote se suicidó, y la comunidad se enteró de la historia.

Según la reconstrucción de Zollitsch, publicada en un comunicado en la Web del obispado de Friburgo, en 1991 las acusaciones no tenían "nombres de víctimas o testigos", por lo se decidió por la jubilación. Los casos concretos salieron a la luz después del suicidio, y entonces la jerarquía católica informó a la fiscalía.

Frente a estos nuevos detalles, algunos de los principales diarios alemanes denunciaron ayer "el silencio" del Papa con respecto a los casos de Alemania, su país natal, aunque el mismo Zollitsch, en otro comunicado, leyó la carta pastoral de ayer como "una advertencia para Alemania".






RATZINGER SUPO DE LA VUELTA DE UN CURA PEDERASTA A LA ACTIVIDAD PARROQUIAL CUANDO ERA OBISPO DE MÚNICH
Nuevas revelaciones del diario 'The New York Times' vuelven a implicar al Papa en el escándalo de los abusos sexuales.- El sacerdote Peter Hullermann cometió otra vez pederastia en su nuevo destino (EL PAÍS - Madrid - 26/03/2010)

Joseph Ratzinger supo más del caso del cura pederasta alemán Peter Hullermann cuando era obispo de Múnich de lo que los informes eclesiásticos han sugerido hasta ahora, informa hoy The New York Times. El periódico estadounidense asegura que al actual Papa le fue remitido un informe en el que se decía que Hullermann iba a volver al trabajo pastoral parroquial unos días después de empezar el tratamiento para superar su pedofilia, terapia que el propio Ratzinger había autorizado. Ese informe da cuenta también de una reunión mantenida el 15 de enero de 1980, encabezada por Ratzinger, en la que se habría aprobado el traslado de Hullermann de la parroquia de Essen en la que habría cometido los abusos.

Tras conocerse públicamente el caso, el Obispado de Múnich reconoció "errores graves" en el caso del padre Hullermann, aunque atribuyó tales equivocaciones a las personas que tenían que informar a Ratzinger, apuntando a su número dos por aquel entonces, Gerhard Gruber. No obstante, el rotativo norteamericano admite que "todavía no está claro" el rol que Ratzinger jugó en el asunto y "cuánto interés" puso en el caso. Lorenz Wolf, vicario judicial del Obispado de Múnich, declara a The New York Times que el citado informe era rutinario y que "es poco probable que acabara en la mesa" de Ratzinger. Con todo, "no descarta" que el hoy Pontífice lo leyera. Sin embargo, el eclesiástico encargado del caso desde el principio, Friedrich Fahr, estuvo en todo momento "personalmente, excepcionalmente conectado con el cardenal Ratzinger", según el periódico.

El portavoz vaticano, Federico Lombardi, ha desmentido lo publicado por The New York Times y ha reiterado, como ya hizo al trascender el caso, que Ratzinger no conoció la decisión de reintegrar al sacerdote en la actividad pastoral parroquial. "Cualquier otra versión es mera especulación", ha dicho. Lombardi ha recordado que Gruber asumió la "total responsabilidad de su propia y equivocada decisión de trasladar al cura a otra parroquia" y que "no hizo caso de las indicaciones de Ratzinger, que había dispuesto que el sacerdote no desarrollase actividad pastoral alguna".

El diario alemán Sueddeutsche Zeitung contó hace un par de semanas que Peter Hullermann había obligado a un menor de 11 años a practicarle sexo oral y fue trasladado desde Essen a Baviera cuando Ratzinger, que fue obispo de Múnich entre 1978 y 1981, era el teórico responsable de asignar las misiones y ordenar los traslados de los curas. En Baviera, el cura se entregó a nuevos abusos y nunca fue denunciado por la Iglesia a la justicia civil, ni tampoco apartado de su cargo.

El pasado sábado, el semanario alemán Der Spiegel aseguraba que en una carta enviada desde Essen se informaba a la diócesis de Múnich de los abusos que Hullermann había cometido. Asimismo, en una entrevista en la cabecera Der Tagesspiegel, el psiquiatra Werner Huth, quien asistió a Hullermann entre 1980 y 1992, dijo que alertó a los colegas de que este hombre "no debía volver a trabajar con niños". Según su descripción, el sacerdote era un pederasta y además "no manifestaba intención de cambiar".

La noticia de que el Papa conocía el traslado a otra parroquia de Hullermann llega un día después de la publicación también en The New York Times de la documentación que demuestra que Benedicto XVI, en sus años de prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, decidió no apartar del sacerdocio al cura norteamericano Lawrence C. Murphy, acusado de haber abusado de 200 niños sordos entre 1950 y 1974. Lombardi explicó ayer que el Vaticano no castigó a Murphy porque cuando conoció las acusaciones el cura estaba "muy enfermo". Y recordó que Ratzinger sólo fue informado del caso a finales de los noventa, más de 20 años después de que la investigación civil al pederasta hubiera terminado sin resultados. L'Osservatore Romano negó las imputaciones y acusó a The New York Times de "un evidente e innoble intento de golpear, a toda costa, a Benedicto XVI y sus colaboradores".









90 AÑOS DE LEY DE SILENCIO BAJO AMENAZA DE EXCOMUNIÓN
(Miguel Mora - Roma - 01/04/2010)

El texto de referencia en vigor para manejar los crímenes de "incitación a las cosas turbias", según los llamaba el Código Canónico de 1917, fue publicado por el Vaticano en 1922, a través de una instrucción especial y completamente secreta, firmada por Pío XI y titulada Crimen sollicitationis (delitos de insinuación). El documento imponía un "vínculo absoluto de secreto" tanto para las causas abiertas como para lo relativo al propio documento. Los imputados, pero también las víctimas y los testigos, se arriesgaban a la excomunión si hablaban, y las actas debían ser destruidas.

40 años más tarde, en 1962, el cardenal Alfredo Ottaviani revisó aquel texto y años después, el Vaticano renovó el Código de Derecho Canónico en 1983, y el de las Iglesias Orientales en 1990. Como consecuencia, la Congregación para la Doctrina de la Fe actualizó y revisó parcialmente en 2001 la Crimen sollicitationis con una carta secreta firmada por Joseph Ratzinger, prefecto, y Tarcisio Bertone, secretario. La carta se subtitulaba De delictis gravioribus (Sobre los delitos más graves), y pese a las dulces versiones ofrecidas estos días por los asediados jerarcas vaticanos, se reafirmaron en las viejas intenciones del legislador católico respecto a la pederastia y el sexo célibe, con una salvedad: establecía que los 10 años para la prescripción empezaran a contar una vez que el menor abusado cumpla 18 años.

NO DENUNCIAR
La misiva ordenaba a los obispos trasladar los casos a la Congregación, pero no endureció las penas contra la pederastia, ni animó a los obispos a denunciar en la justicia ordinaria. Según fuentes vaticanas que asistieron a la redacción de la carta, el papa Wojtila no permitió a Ratzinger ir más allá. Seguía rigiendo, por tanto, el Código Canónico, con distintas penas según la gravedad del delito: "Suspensión temporal, prohibición, privación y, en los más graves, terminación del estado clerical".
Peroen la Iglesia cuentan los usos y costumbres. La Santa Sede siempre ha sostenido que un obispo no debía denunciar a la justicia civil a un sacerdote que haya admitidoun crimen de pedofilia. La fórmula se conoce como la doctrina Bertone. Y fue teorizada en 2001 por el actual número dos del Vaticano en una entrevista a la revista católica 30 Giorni. "No excluyo que en algunos casos pueda darse una forma de colaboración entre la autoridad eclesial y la magistratura", declaraba Bertone. "Pero no tiene fundamento que un obispo, por ejemplo, sea obligado a ir a la magistratura civil para denunciar al sacerdote".







RATZINGER CALLÓ ANTE LAS DENUNCIAS CONTRA EL ABUSADOR DE 200 NIÑOS
El Papa fue alertado por un obispo de EE UU cuando dirigía el Santo Oficio - El Vaticano alega que no actuó porque el pederasta era anciano y enfermo (Miguel Mora - Roma - 26/03/2010)

El Vaticano aparece cada día más superado por la crisis de la pederastia clerical. La exclusiva publicada ayer por The New York Times sobre el difunto sacerdote Lawrence Murphy, quien abusó durante años de unos 200 niños sordos en Wisconsin y nunca fue denunciado ni expulsado de la Iglesia, interpela directamente al Papa y a su número dos y secretario de Estado, Tarcisio Bertone

Los documentos publicados parecen probar que los dos altos cargos vaticanos intentaron tapar el caso cuando dirigían la Congregación para la Doctrina de la Fe. En 1996, el entonces prefecto Joseph Ratzinger dejó sin respuesta dos cartas sobre el asunto enviadas por el arzobispo de Milwaukee. En ellas se contaban los abusos cometidos por Murphy, que trabajó como educador de niños sordos entre 1950 y 1974.

Ocho meses después de que Ratzinger recibiese las cartas, su número dos, Bertone, ordenó a los obispos comenzar un juicio canónico secreto que podía haber llevado a la expulsión de Murphy. Pero poco después paralizó la orden. Escribió a Ratzinger pidiéndole que le dejara morir en paz. La Congregación para la Doctrina de la Fe, dirigida por Ratzinger entre 1981 y 2005, tiene desde 2001 la competencia exclusiva sobre los abusos.

"INTENTO DE GOLPEAR"
Federico Lombardi, portavoz de la Santa Sede, explicó que el Vaticano decidió no castigar a Murphy porque cuando conoció las acusaciones el cura estaba "muy enfermo". Y recordó que Raztinger sólo fue informado del caso a finales de los noventa, más de 20 años después de que la investigación civil al pederasta hubiera terminado sin resultados. L'Osservatore Romano negó las imputaciones y acusó a The New York Times de "un evidente e innoble intento de golpear, a toda costa, a Benedicto XVI y sus colaboradores".

Según Lombardi, Murphy no fue expulsado "porque en casos similares el derecho canónico no prevé castigos automáticos, sino que recomienda que se emita una sentencia que no excluya la pena más grande, la dimisión del estado clerical". Lombardi reiteró además que "las normas de la Iglesia no han prohibido nunca denunciar los abusos a menores a las autoridades judiciales", y trasladó así la responsabilidad a los obispos locales.

La afirmación pone el acento en el gigantesco problema que vive el Vaticano. La Santa Sede castiga desde 2001 con la excomunión a quienes traicionen al Papa revelando los casos investigados por el Vaticano. La pena se ejecuta latae sententiae, es decir sin proceso, y es sólo revocable por el Pontífice. Por el contrario, los abusos se castigan con penas variables, que dependen de la gravedad: suspensión temporal, prohibición, privación y, en los casos peores, dimisión del estado clerical, la máxima pena canónica.

La instrucción Crimen Sollicitationis, revisada en 2001 por Ratzinger y Bertone mediante la carta titulada De delictis gravioribus (Sobre los delitos más graves), ordenó a los obispos abrir investigaciones de abusos en cuanto hubiera indicios suficientes y comunicarlas a Roma; y amplió el plazo de prescripción de los delitos de pederastia: los diez años anteriores empezaban a correr cuando la víctima cumplía 18 años. La intención era "perfeccionar las normas procesales y las sanciones" para adaptarlas a los nuevos códigos. No aumentaron ni la transparencia ni las condenas ni las denuncias a la justicia ordinaria. En los últimos ocho años, según las cifras oficiales facilitadas hace unos días, el Vaticano ha investigado a 3.000 sacerdotes acusados de pederastia, y ha suspendido del estado clerical a unos 300, mientras otros 300 han pedido la dispensa aceptando su culpa.

Cuando se le dice que se trata de cifras ridículas, Charles J. Scicluna, promotor de justicia (fiscal) del ex Santo Oficio, se pone a la defensiva y explica que la prudencia extrema preside los procesos canónicos. "El sistema canónico es muy garantista, protege al máximo los derechos y la intimidad de los acusados. Cuando un culpable se arrepiente de sus actos, se le absuelve de forma automática; si no conoce la pena que le espera, no puede incurrir en esa pena.... Pero eso no significa que hayamos evitado que en los casos más graves actuara la justicia civil, no sería justo decir eso".

"Me parece una solemne estupidez, sabemos hace tiempo que tenemos un gran ignorante al frente del equipo legal de la Congregación", afirma el sacerdote y profesor de derecho canónico Filippo di Giacomo. "Es inútil esconderse tras el dedo. La realidad es la que es. Los obispos no han observado la ley canónica. En Irlanda como en Roma.

LO HA DICHO EL PAPA. AMÉN".
Indignado, Di Giacomo añade: "La tolerancia de la Curia hacia los abusos tiene una raíz evidente: la desvergüenza de muchos de sus miembros. Si el llamado lobby de terciopelo, es decir el grupo rosa, hubiera decidido menos nombramientos de altos funcionarios, quizá se habrían cumplido más las normas y habría habido menos comprensión hacia la pedofilia. La sodomía y la pederastia han sido vistas como un elemento de cooptación dentro de los muros vaticanos. Es sabido que hay cardenales y obispos, argentinos, estadounidenses, italianos, alemanes, de vida afectiva para nada casta ni heterosexual, y secretarios de cardenales que han sido trasladados de Nueva York, Guatemala y Chile o de vuelta a Colombia tras ser cazados por la policía pecando contra el sexto mandamiento en compañía masculina. Ese ambiente ayuda muy poco a comprender los informes que llegan a la Congregación. Pero la culpa no es de Ratzinger. No tiene la colaboración de casi nadie. Está rodeado de cobardes".

Roberto Mirabile, presidente de Caramelo Bueno, asociación italiana de víctimas de la pederastia en activo desde hace 13 años, piensa también que el Papa es hoy el único miembro de la Curia que lucha contra los abusos. "Ni los obispos en sus diócesis, ni siquiera el tribunal de la Congregación para la Doctrina de la Fe han enviado a un solo cura a la cárcel por un crimen pedófilo. Al revés", concluye, "se han limitado a trasladar a los culpables, permitiendo que los criminales continuaran abusando impunemente y convirtiéndose en cómplices con el agravante de la autoridad moral".

Ayer, algunas víctimas del padre Murphy protestaron contra el Papa a pocos metros de la plaza de San Pedro, en territorio italiano, junto a miembros de la asociación SNAP. "Benedicto XVI, siendo jefe de la congregación, ignoró repetidas peticiones de tres obispos para expulsar del clero al abusador en serie Lawrence Murphy", decía uno de los carteles. Los manifestantes fueron arrestados por la policía cuando hablaban con algunos periodistas. Más tarde fueron puestos en libertad. En contraste, por la tarde unas 70.000 personas abarrotaban San Pedro en la jornada mundial de la juventud, arropando al Pontífice al final de un día amargo para él.

EL INFIERNO EN VERONA
Sin tiempo para digerir los horrores, otro espantoso caso de abusos masivos a niños sordomudos, muy similar al ocurrido en Wisconsin, volvía ayer al primer plano en Italia. Sucedió entre 1955 y 1984 en los Institutos Provolo de Verona. Durante 30 años, varios educadores religiosos de esa institución caritativa católica para niños con problemas auditivos abusaron de decenas de víctimas, niños y niñas, todos ellos sordomudos. Se trata del escándalo más grave de pederastia clerical conocido en Italia, y fue desvelado hace un año por la revista L'Espresso, que documentó decenas de sevicias, algunas de ellas cometidas incluso bajo el altar y en el confesionario. La denuncia fue firmada por 67 ex alumnos, aunque se cree que las víctimas pueden ser muchas más. Los abusados nombraron a 25 curas y religiosos presuntos pedófilos: de ellos, 13 viven todavía y siete siguen alojados en el Instituto.

El silencio, el disimulo y la ocultación marcaron inicialmente la respuesta de la diócesis de Verona, que intentó negar la historia y llegó a acusar a las víctimas en público de mentir y de querer chantajear a la Iglesia; hasta que finalmente, a petición de Roma, se abrió una investigación. Ahora, la Congregación para la Doctrina de la Fe tiene finalmente en su poder el sumario. Pero la asociación de víctimas sigue criticado la actuación del obispo, Giuseppe Zenti, y lamenta que ninguno de ellos ha sido escuchado durante la instrucción.

Según L'Espresso, ninguno de los acusados ha sido alejado aún del centro escolar, que frecuentan centenares de niños y jóvenes. El único expediente de expulsión se abrió contra un cura que contó a la revista los abusos que había cometido.



LA CORRUPCIÓN DERROTA AL PAPA
El pontífice alemán llegó al poder hace cinco años clamando contra la "suciedad" en su Iglesia, pero no ha podido lavarla ni erradicarla (Juan G. Bedoya - Madrid - 21/03/2010)

Benedicto XVI cumplirá en el cargo cinco años el 19 de abril sin haber cumplido su promesa más sonada: acabar con la corrupción sexual y apartar a los encubridores, en su mayoría miembros de la jerarquía. La realidad es tozuda. Cada día se descubren nuevos casos de abusos sexuales y de malos tratos en centros educativos católicos. Y lo que es peor: muchos prelados, en lugar de combatirlos, los explican con clamorosos "¡Y tú más!". Lo acaba de hacer el cardenal Antonio Cañizares, presidente de la Pontificia Congregación para el Culto. "Nos atacan para que no se hable de Dios; peor es el aborto", ha dicho el ex primado de Toledo. Con la misma displicencia se ha expresado el secretario de Estado de la Santa Sede, Tarcisio Bertone. "Hay personas que intentan desgastarnos, pero la Iglesia cuenta con la ayuda de lo Alto", se disculpa el cardenal italiano.

Hace cinco años, Juan Pablo II agonizaba después de 27 años en el cargo. Fue sucedido por Joseph Ratzinger, hasta entonces presidente de la Congregación para la Doctrina de la Fe (ex Santo Oficio de la Inquisición). Los cardenales tomaron pronto la decisión. Su Iglesia estaba sumida en una grave crisis de prestigio, y la solución exigía conocimiento del problema y mano firme. El alemán Ratzinger era el hombre. Lo había demostrado en el vía crucis del 24 de marzo anterior, Viernes Santo. En cada rezo de las estaciones del fundador cristiano hacia el Calvario, había añadido comentarios de programa de gobierno.

En la novena estación —tercera caída de Jesús bajo el peso de la cruz— Ratzinger clamó: "¡Cuánta suciedad en la Iglesia y entre los que, por su sacerdocio, deberían estar entregados al Redentor! ¡Cuánta soberbia! La traición de los discípulos es el mayor dolor de Jesús. No nos queda más que gritarle: Kyrie, eleison. Señor, sálvanos".

Aquella arenga le valió el pontificado. Cinco años más tarde, el clamor por la suciedad continúa. El Papa volvió a decepcionar ayer, en su pastoral sobre Irlanda. Pide a sus obispos que afronten los problemas con "valentía", pero no ha prometido sanciones a los culpables, ni reparaciones a las víctimas.

La misma actitud ha tenido ante las corrupciones de los Legionarios de Cristo, toleradas durante décadas. Su fundador, Marcial Maciel, se movió en ese tiempo como pez en el agua por Roma. Incluso gozó de la amistad de Juan Pablo II. Pero el famoso sacerdote era un pederasta recalcitrante y tuvo media docena de hijos. Muchas de sus víctimas fueron alumnos del seminario de Ontaneda (Cantabria), sometidos también a vejaciones por otros sacerdotes del grupo.

Las denuncias contra Maciel llegaron a la mesa del Papa polaco durante años. También las conocía Ratzinger. Las despreciaron. Maciel llenaba estadios de fútbol en los viajes del líder católico. Aquella protección ensombrece la beatificación de Juan Pablo II y amenaza la credibilidad de Ratzinger. Este Papa fue elegido el 19 de abril de 2005 y no tomó medida alguna contra los Legionarios hasta mayo de 2006.

La decisión eran paños calientes. El fundador no tenía más castigo que abandonar Roma y llevar "una vida reservada de oración y penitencia" en su México natal. La organización salía indemne. Roma seguía sorda al dolor de las víctimas. Sólo mandó investigar cuando los hijos y mujeres de Maciel empezaron a reclamar atención y derechos. Con el melifluo título de "visitadores", cinco obispos han estudiado el caso durante casi medio año, entre ellos el prelado de Bilbao, Ricardo Blázquez, ahora arzobispo de Valladolid. Su informe ya está en Roma y el Papa sigue sin actuar.

La primera demanda contra Maciel la presentaron en Roma siete de sus víctimas, en 1998, con el título Absolutionis complicis. Arturo Jurado et alii versus Rev. Marcial Maciel Degollado, pero los abusos sexuales del fundador legionario ya habían sido investigados entre 1956 y 1959. Durante ese tiempo, Maciel fue expulsado de Roma. El cardenal Ottaviani, entonces gran inquisidor, encargó la investigación al claretiano vasco y futuro cardenal Arcadio Larraona. Pero no resolvió nada. El despropósito se colmó cuando, casi medio siglo después, Juan Pablo II propuso a Maciel como "guía de la juventud" durante el viaje del distraído pontífice a México, en 1994.

Ratzinger tiene ahora datos suficientes. ¿Por qué retrasa una decisión? Desde la disolución de los jesuitas en 1773 por Clemente XIV, forzado por los reyes de Francia, España, Portugal y de las dos Sicilias —por motivos de poder, por tanto—, la Iglesia católica no se había enfrentado a un caso igual. El escándalo más clamoroso por abusos sexuales ocurrió en el siglo XVII en torno a las escuelas pías (escolapios) del aragonés san José de Calasanz. Uno de sus colaboradores, Stefano Cherubini, miembro de una familia bien relacionada en el Vaticano, tuvo tanto éxito en el encubrimiento de su pederastia que incluso llegó a ser el superior de la orden, relegando de mala manera al fundador. Inocencio X tardó quince años en tomar medidas y la orden fue temporalmente clausurada.


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BERLUSCONI ELOGIA LA "RESPUESTA EFICAZ" DEL PAPA ANTE LOS ABUSOS
El 'número dos' del Vaticano denuncia que Europa vive un "anticristianismo demencial y rastrero" (MIGUEL MORA - Roma - 22/03/2010)





ASOCIACIONES IRLANDESAS DE VÍCTIMAS SE SIENTEN "DECEPCIONADAS" POR LA MISIVA DEL PAPA Se quejan de que obvia la responsabilidad del Vaticano en los abusos sexuales a menores (AGENCIAS - Dublín - 20/03/2010)