martes, noviembre 28, 2006

VEN A BUSCARME A LAS DOCE


Ven a buscarme exactamente a las doce, compañera:
cuando los cuerpos se rompen en mitades
y las hembras sin machos corren desnudas y con zapatos
por fríos territorios de caballos:
tirado detrás de la puerta, con tu retrato en los bolsillos,
entonces, estaré esperándote.

A las doce, compañera,
llámame a la puerta, recorre mi casa de soltero enamorado:
búscame entre las cosas pintadas de blanco,
entre los objetos de la cocina:
alguien caerá en propiedades de infieles,
en ilegales hoteles y galerías más redondas:
pero estaré esperándote.

Ven a buscarme exactamente a las doce, compañera:
cuando los cuerpos se rompen en mitades
y buscan territorios movedizos:
nadie estará detrás de la ventana cerrada, vigilándome:
nadie podrá hablarme de la muerte
mirándome a la boca.


(RAMÓN PAREDES DE ISABELA)