lunes, noviembre 27, 2006

SIGNIFICA AMOR





Para este corazón
que vive encadenado a ti
lo que son simples sugerencias
las transformas en el mandato más hermoso

Pídeme que dejen de correr los ríos
y yo levantaré empalizadas
para que las aguas queden detenidas
y sólo bañen tus riberas.

Pídeme si quieres
que coloque a Venus en tu almohada,
que yo la convenceré en un instante
cuando me presente enamorado y sin equipaje ante ella.

Pídeme que la Luna no se oculte
para que todas las noches
puedas verte reflejada en la cascada
donde te vi por vez primera, espalda desnuda.

Pídeme gritar amor y tu nombre en los Desiertos
para que el eco de las palabras
se cuele por tus ventanas
y tengas el más dulce despertar.

Pídeme crear burbujas de jabón
con besos de color rosa en cada una
que viajen a través del océano
estallen en el cielo y caigan en tu boca.

Pídeme convertirme en rana
para habitar en tu estanque
y esperar que un día llegues
para que con un beso rompas el hechizo.

Pídeme el aire de mis pulmones
que yo así te lo entregaré
dejando en tus alvéolos para siempre
el sabor del aliento de este amor.

Pídeme noches en vela
que batallen con tus pesadillas
y tendrás al borde de tu cama
el Cruzado más valiente y generoso.

Pídeme ser un amante lujurioso
o un sexo mutilado,
Pues si no lo pides tú no siento nada.
Tu eres la Reina de mis deseos.

Pídeme que rompa mitos y tabúes,
Que la pasión sea universal
Que traspase las fronteras de mis limitaciones.
Tu risa siempre pudo con mi voluntad

Pide los querubines del cielo,
que quieres llegar a Skaylar
viajando a través del cosmos
fundida con la gran la savia vital.

Pídeme que te lleve un café a la cama,
que prepare tus toallas, tus perfumes,
que no vea tus labios sin pintar.
Eso es bien sencillo y lo sabes.

Pídeme que descienda del cielo
para prenderte de la mano
y cada miércoles salir de paseo
sonrientes, felices, radiantes.

Pídeme lo que quieras, amada mía,
la sangre de mis venas,
el iris de mis ojos
el aura de mi alma.

Pídeme incluso que haga
aquello que no te gusta que pronuncie
que aún si yo decirlo, sin tú saberlo,
también osaría hacerlo.


Pídeme lo que quieras, amor.
Más no pidas que deje de quererte
y no sólo es que no quiero
es que eso, amor, eso sí es imposible.

(Juanfran)