Poesía y poco más

lunes, mayo 28, 2007

SOY BOBO



Estoy enamorado de ti.


Y es que no puedo evitarlo, vida mía.


Esa voz que retorna como


el rio que se refugió entre


los bosques más densos


para aparecer de nuevo


en un campo sembrado de amapolas.


Esas frases, esas palabras


que dejas caer sobre mis ojos


cuando más en el fondo me encuentro,


levantan mis párpados con energía


llenan mis ojos de lágrimas azules


y vuelven a dar a mis manos


energía suficiente para sujetar de nuevo


la pluma y el papel. Y escribir, escribir.


Hacer un tímido homenaje al amor.



Soy un chiquillo, lo se.


cualquier esperanza tuya


colma los días de una semana,


y dibuja la esperanza al final del tunel.


Me acelero, me desdibujo,


tomo en mis manos pasaportes, pasajes,


toallas, perfumes, una radio de bolsillo.


Y tu fotografía, siempre tu fotografía.


Siempre conmigo.



Soy un niño y quiero seguir siendolo.


Tuyo, muy tuyo. Sólo tuyo.


Quiero que me duermas entre tu pecho,


quiero que me despeines como


tantas veces mis noches soñaron.


Quiero amanecer oliendo a tu cuerpo,


quiero ver como te enredas en mis sábanas.


No quiero que mis piernas se enreden


más a esta almohada desgastada.


No quiero más que despiertes


sin notar el soplo de mi boca


sobre tu negro pelo.



Quiero seguir siendo así,


un pueril sentimiento


que ama como un hombre.


Un hombre que te busca,


un hombre que te espera,


un hombre que como un niño bobo


te necesita tanto como el bebé


que reclama el pecho de su madre.


Quiero seguir siendo así,


un pueril sentimiento


envuelto en la piel de un hombre


que no sabe que hacer sin ti.


Que sólo vive para amarte.



Te quiero, mi niña. Te amo.



MIS AMIGOS: UNA HISTORIA REAL



En estos días pasados me encontré con una pareja de amigos a los que quiero con todo mi corazón; y les prometí que un día escribiría su bella historia de amor, de la que en parte yo fui testigo o espectador, como queráis.

Me apetecía contarla, y adornarla con ciertos matices, pero no alejándome en absoluto de lo que ellos han vivido, viven y vivirán: Una historia de amor verdadera.

Espero que os agrade. Allá voy.



Él era (es)un amigo mío de la infancia, de esos amigos de toda la vida, con los que has compartido todo (o casi todo): momentos felices, momentos duros (a veces muy duros), juergas y borracheras, horas y horas de estudio en la Universidad y un largo etcétera. En fin, casi media vida. Se llama Jean, y aunque es andaluz de pura cepa, su nombre fue un capricho de sus padres, por la afición hacia una novela de Víctor Hugo y al protagonista de la misma. Al fin y al cabo, tampoco era un nombre feo. Él si; bueno, más que feo era como se suele decir "de andar por casa"; en este caso, nos dábamos la mano, pues no sabría deciros cual de los dos amigos nos llevábamos el segundo premio de un concurso de feos, por ser tan feotes. No iba a ser solamente Jean el que se llevara los premios, así que me incluiré en la lista.

Jean era un chico extrovertido como pocos he conocido (aunque los que le conocemos bien sabemos que mucho de esa forma de ser era un mecanismo para luchar contra una timidez innata ¿curioso, verdad?). Si tuviera que definirlo con un perfil negativo, indudablemente diría que era cabezota como pocos he conocido, y a veces con cambios de humor muy bruscos, pero que duraban apenas 30 minutos. Pero mi amigo tenía también cosas dignas de elogio: en su juventud fue un estudiante mediocre, que poco a poco, y con tal de demostrarse a si mismo que podía ser mejor, y alternando trabajo y estudio se convirtió en un buen estudiante universitario. Un chico extremadamente sensible, el más fiel de los amigos, contestatario y rebelde, amante de la música, preocupado por los problemas del mundo, abanderado de la Justicia Social…un romántico de los de antaño. Aunque la imagen que siempre definiría a mi amigo sería su sonrisa, siempre a flor de piel, siempre.

Mi amigo Jean estaba pasando por una situación difícil, de esas del corazón, para las que no existe medicina. Yo conocía a un grupo de amigos y amigas que solíamos vernos en un Café donde eran habituales los conciertos de música de cantautor, exposiciones de fotografía, talleres de poesía, tertulias de sexo…En definitiva, un lugar donde acudía gente de muy diversas maneras de pensar, y de donde siempre se aprendía algo nuevo cada día. Y me pareció oportuno invitarle e integrarle en ese grupo.

Fue curioso como mi amigo Jean se integró rápidamente en este grupo. Hizo verdaderos amigos y amigas, de esos que la palabra "amistad" hay que escribirla con letras mayúsculas. Y la gente comenzó a apreciarle, a quererle, que era lo que Jean realmente necesitaba en esta etapa de su vida. Posiblemente en esto influyó mucho que Jean, por fin, abriera su corazón sin miedo, y entregara a los demás esas cosas bonita que todos y todas llevamos dentro. El era feliz en ese ambiente, aunque el asunto del "corazón" fuese otra historia.

En ese grupo siempre escuchaba hablar de una chica, Esperanza, y que desde hacía un tiempo llamó su atención, porque el se fijaba en detalles de ella que el resto de amigos y amigas no percibían. Pero nunca tuvo la suerte de coincidir con ella, aunque si sabía de su forma de ser en las tertulias, de cómo era con el resto de personas, de cómo ayudaba a los demás. Y eso a Jean le gusto, y comenzó a interesarse por ella. Más aún cuando (en esos chismes que siempre se dan entre los grupos de amigos) se enteró que ella sabía de él, y que también llamaba su atención. Pero curiosamente nunca coincidieron.

El Café al que acudíamos también lo usábamos a veces como "buzón" donde dejar recados para el resto de amigos. Como cuando dejas en la recepción de un hotel una nota para uno de sus clientes. Y Jean tuvo la idea de dejarle una nota a Esperanza, a la que ella contestó muy rápidamente, de una forma bonita, pero Jean entendió que en cierto modo era una forma de decirle "no estoy interesada". Y Jean comenzó olvidar esa incipiente ilusión por aquella chica, por aquello de no molestar e incluso de no volver a sufrir una vez más un desengaño.

El tiempo pasó. Los meses pasaron. El Café era menos visitado en las épocas estivales, pero Jean tenía tiempo suficiente como para seguir siendo un asiduo visitante del local. Participaba en las actividades que seguían realizándose allí, en el Café, y sin darse cuenta, extrañó muchísimo a Esperanza. Hacía tiempo que no sabía de ella; no escuchaba a la gente hablar de ella, ni tampoco veía participaciones suyas en los últimas semanas en las actividades que los amigos organizaban. Pero lo más curioso fue, que entre tantos amigos, Jean precisamente tuviera que echar de menos a Esperanza.

Yo si sabía que le había sucedido a Esperanza. Lo sabía perfectamente, pues éramos también amigos desde hacía tiempo y estaba al corriente de todo. Pero como Jean nunca me lo preguntó, yo tampoco quise darle explicaciones, porque sabría que le afectaría demasiado. Y ahora puedo decir que doy gracias a Dios por aquella circunstancia, porque esa situación cambiaría en un futuro no muy lejano el curso de la vida de mis dos amigos.

Un día de esos que nunca esperas que suceda algo y sucede, Jean se dirigió después de salir del trabajo al Café. Y como siempre, se pidió una Coca Cola (ni veces que le he regañado, porque bebe sólo agua y Coca Cola, pero en la segunda, se pasa a veces) y comenzó a leer el periódico, y las actividades que en el Café habían programado. Y vio que Esperanza aparecía en ellas. Después de tanto tiempo, volvía a saber de ella. Y Jean, no sin miedo he de reconocer, sintió el impulso de contactar de nuevo con ella. Y lo hizo mediante algo que el amaba profundamente, mediante la música y la poesía, dedicándole a ella unas canciones canarias y unos poemas de amor (alguno de cierto erotismo) en el Café, como hizo anteriormente para contactar con ella. Y lo más gracioso de esta bonita historia: ¡¡ Nunca se habían conocido personalmente, no conocían ni sus caras ¡¡.

Afortunadamente Jean recibió contestaciones. Muchas y variadas contestaciones, a cuales más bellas, pero Jean no dejó de pensar que aquello no era más que el comienzo de una buena amistad, algo sin más, aunque no impedía que él comenzara a sentirse feliz: por fin había conseguido acercarse a Esperanza.

Aquel día yo me encontraba en casa, muy atareado, cuando sonó el teléfono. Era Jean. Me dijo: "¿Juan, que estás haciendo? ¿Vas a venir esta noche al Café?"; "No Jean – le contesté – me va a ser imposible, pero no dejes de asistir hoy, que hay cosas interesantes allí". Charlamos un poco más, de cosas intrascendentes, y colgamos el teléfono. Sabía que en cierto modo Jean se molestó un poco conmigo, pero yo ese día tenía una "corazonada" y quería dejar a mi amigo sólo, que se valiese por si mismo. Y así lo hice.

Era por la noche. El Café, como siempre, estaba lleno. La gente había regresado de sus vacaciones, y la ciudad había ya tomado el ritmo habitual. Jean charló con algunos amigos, y después se sentó en un sillón del local, a escribir unas notas.

"Hola, ¿sabes quien soy?", escuchó Jean a sus espaldas. El sintió pánico en ese momento. En un 50 % porque fuera ella, y en otro 50 % porque no fuera, pero él en su interior tenía el presentimiento de que sería ella. El giró la cabeza, y como siempre sonriendo, la miró y le preguntó "¿Esperanza?". Ella comenzó a reír, y el cielo se abrió ante los ojos de Jean. Nunca pudo imaginarse ese momento, de esa manera. Y ante sus ojos se presentó la más bella imagen de mujer. Me lo imagino, nervioso y sonrojado, como le solía suceder.

Esperanza era una chica bellísima. Era morena, alta, con el cabello largo, la boca grande, los dientes blanquísimos, las mejillas sonrojadas, y una sonrisa capaz de tumbar a cualquier mortal. Y tenía una voz y una risa encantadora. Pero …sus ojos…..sus ojos fueron lo que enamorarían a Jean para siempre: eran unos ojos negros, grandes, con un brillo especial, preciosos, hablaban sin pronunciar palabra. Y Jean no pudo dejar de mirarlos sin pestañear en toda la noche.

Estuvieron toda la noche juntos, conociendo cosas el uno del otro. Y comenzó a surgir una bonita amistad, con mucha sinceridad, como dos personas adultas que eran. Al menos esas cosas eran las que ambos estaban sintiendo. Pero poco a poco todo se fue transformado. Charlaban de todo, de política, de cocina, de música, de poesía, de literatura, de Derecho, de sexo..Eran tantas las aficiones que compartían, que el tiempo que pasaban juntos, volaba.

Sus horarios de trabajo hacían difícil las formas de coincidir, pero ellos siempre inventaban alguna manera de estar en contacto. Se llamaban por teléfono, acudían al correo electrónico, o incluso alguna vez quedaron para tomar café en una gasolinera a la salida del trabajo de ella y a la hora de entrada al trabajo de él. Se veían en los lugares más inverosímiles, pero siempre conseguían lo poco que querían: estar juntos, al menos unos minutos. Ambos llevaban vidas muy ajetreadas, con muchos problemas, y eso también les fue uniendo un poco más. Y comenzaron a hablar de amor, en algo que posiblemente ninguno de los dos pensó en un principio.


Puedo deciros que he visto crecer muchos amores, pero como este….creo que pocos. Lucharon contra todo y contra todos, sólo por amor, por poder conseguir realizar sus sueños. Hasta que un día pronunciaron las frases mágicas : "cásate conmigo, ¿vale?" se dijeron. Y aquel día yo fui feliz, feliz por ellos, porque lo habían conseguido. Aquello que nació sólo como una amistad, de una forma tan misteriosa, sin conocerse, había llegado al más bonito de los finales. Aunque puedo decir que el más bonito de los finales no fue otro que la hija que tuvieron. Hace poco estuve jugando con ella, y cada vez que la miro, veo la belleza de su madre y la simpatía de su padre.
Y no os miento si os digo que siento la más sana de las envidias cuando a veces nos vemos, porque son felices y eso es el mejor regalo que se puede ofrecer a los ojos de un amigo: ver a sus amigos sentirse felices. Y envidio a mi mejor amigo, Jean, porque en cierto modo yo también me sentí siempre un poco enamorado de Esperanza. Pero eso os lo contaré otro día. Hoy no cabe más que este relato de amistad y de sentirme orgulloso de haber visto nacer con mis propios ojos algo tan hermoso como el amor de Jean y Esperanza. Un amor para siempre.



(A mis queridos amigos, Jean y Esperanza, por siempre felices)



sábado, mayo 26, 2007

AMANECE






Sirenas, claxon, cantos de pajaro.


El sol ya entró por la ventana

calentando los párpados

de un hombre viejo.


Su frente está arrugada,

su cuerpo devaluado

sus ojos tristes

y sus ilusiones muertas.



Junto a su cama,

recuerdos de niñez,

postales de su vida

enmarcadas en azul oscuro.


Necesita el tiempo perdido,

necesita alimentar sus plantas

quiere seguir soñando en Azul.


Quiere seguir viviendo, sólo eso.


En su escritorio, un viejo block de notas,

varios bolígrafos sin tinta,

un pendiente, una fotografía, un collar de oro

y un diminuto cortauñas.



Volvió a escribir tras tanto tiempo

enviando cartas a todos los confines de la Tierra

en forma de avioncitos de papel

que tras dos segundos caen al suelo.



Luego de mojar su largo cabello en el lavabo


abrió el libro por la página


donde lo cerró la última noche:


"No digas que fue un sueño", de Terency.


Cleopatra, Marco Antonio, y ...un anciano.



(Juanfran)

viernes, mayo 18, 2007

TODO DICE QUE SI






Todo dice que sí.
Sí del cielo, lo azul,
y sí, lo azul del mar;
mares, cielos, azules
con espumas y brisas,
júbilos monosílabos
repiten sin parar.
Un sí contesta sí
a otro sí. Grandes diálogos
repetidos se oyen
por encima del mar
de mundo a mundo: sí.
Se leen por el aire
largos síes, relámpagos
de plumas de cigüeña,
tan de nieve, que caen,
copo a copo, cubriendo
la tierra de un enorme,
blanco sí. Es el gran día.
Podemos acercarnos
hoy a lo que no habla:
a la peña, al amor,
al hueso tras la frente:
son esclavos del sí.
Es la sola palabra
que hoy les concede el mundo.
Alma, pronto, a pedir,
a aprovechar la máxima
locura momentánea,
a pedir esas cosas
imposibles, pedidas,
calladas, tantas veces,
tanto tiempo, y que hoy
pediremos a gritos.
Seguros por un día
—hoy, nada más que hoy—
de que los «no» eran falsos,
apariencias, retrasos,
cortezas inocentes.
Y que estaba detrás,
despacio, madurándose,
al compás de este ansia
que lo pedía en vano, la gran delicia: el sí.
la gran delicia: el sí.


(Pedro Salinas. De “La voz a ti debida”)

domingo, mayo 13, 2007

Caro amico ti scrivo






Querido amigo: Perdóname. Sabes que he estado mal, muy enfermo podría decirse, y no has tenido noticias mías. He abandonado hasta mi diario, y apenas escribí unas líneas. Pero tú siempre me escuchaste y quiero contarte. Sabes que siempre vas conmigo en mi corazón, y siempre pienso en ti y en como te irá todo. Estas últimas semanas fueron terribles. Puedo decirte sin exagerar que casi he convivido con la muerte a diario. La persona más importante en mi vida se marchó lejos, de una forma apresurada y misteriosa, casi sin decir adiós, y no se apenas de ella, salvo lo que leo en la prensa. No sé que pasó pero siempre sucedió así, se marchaba sin pensar que estaba aislado y que sentía una mano en mi pecho que me decía "no me sigas, esto no es asunto que a ti te importe" a pesar de mi entrega hacía sus cosas, hacía su vida con mi propia vida. Intenté buscarlo pero no lo logré, incluso creo que las cosas que le enviaba no le interesaban, las cosas que le dejé en el buzón, aun ni las vio porque ya se ha marchado, y no comprendo el por qué. No me dio ni una opción de felicitación en su día, aunque en esta carta te digo que hoy mismo le mandé un cariñoso mensaje, para que sienta que no me olvido en un día tan importante. Como te decía, eso fue solo el comienzo. Mis ojos han notado el paso de tan terribles días, pues en las mañanas amanecen inflamados y casi cerrados, llenos de suciedad, legañas. Y con los ojos hinchados amaneció el primer lunes. El que supe que un niño al que vi crecer como veo crecer a mi bebé, con tan sólo veinte años, un coche lo ha destrozado al pasar por encima de su moto. Lo terrible no fueron sus fracturas de piernas y brazos: lo terrible fue la operación a vida o muerte por un coágulo en un pulmón. ¿Sabes amigo lo que es ver postrado en una cama, inconsciente a un chiquillo lleno de tubos para mantenerlo aun en este mundo al que él no le había hecho daño alguno y así lo ha tratado? Imagina la cara de esos padres, de esa madre, morena, guapa, simpática, que a mí siempre me sonreía y me llamaba por mi nombre. Hoy es un espejismo de lo que fue, sólo eso. Al hablar con ella y ofrecerme para todo lo que estuviese en mi mano hacer, me dijo: "Reza, sólo reza por él". Y así hago, aunque tú sabes que soy especial a la forma de rezar, pero soy sincero en mis oraciones. El trabajo tampoco me trató demasiado bien. Hay personas que vagan por la vida tan sólo con el interés de sus propias cosas, y creen que deben triunfar a costa de todo y todos, y lastiman, hieren, hacen daño en lo más profundo. Y sabes que nunca comulgué con esos asuntos de pasar por encima de todos los demás, y que mi fuerte carácter y los principios que aún creo que no olvidé hacen que me revele ante la injusticia. Aunque esa historia ya te la contaré cuando llegue a su final, no merece la pena hablar de ese tipo de personas. Y aunque me lastimaron donde más duele, siempre encuentras una compañera de trabajo donde dejar caer en su hombro la cabeza, llorar y desahogarte. ¿Recuerdas a mi bebé? Cumplió años, sí. Intenté ser un buen padre aquel día, entregarle todo lo que tengo para su día más feliz, y no me refiero a cosas materiales que el tiempo desgasta, que el tiempo se lleva; ya sabes que me refiero: todo mi cariño, mi corazón, que entendiese que daría mi vida por ella en cualquier momento si me lo pidiese. Todo sucedió de forma preciosa, entre gritos y saltos de los bebés amigos, y no importó que a su padre le sucediesen en ese día tantas cosas, como si de una película de humor se tratase, traspiés tras traspiés, no importó. Sólo extrañé a su madre: no hubo felicitaciones, visitas, tarjetas... ni siquiera vio las fotos con su padre. Tal vez porque su padre ya dejó de ser el hombre que ella dijo que amó. Y te digo "que amó" porque supe que pronto se marchará lejos, a otro país, y yo ya no entré en sus planes, como hace tanto tiempo que creo que ya fue así. Pero todo no iba a ser felicidad completa para el bebé. Enfermó, y eso me tiene destrozado, y aunque sé que tiene curación, es mi carne la que veo sufrir, porque es parte de mí. Y si ella pestañea, yo lo siento; si ella respira, yo respiro; si ella ríe y es feliz, yo lo soy. Si ella está triste, se me parte el alma. Intenté buscar de nuevo a la persona que sabría que me iba a ayudar, pero no estaba. O tal vez no quiso estar. Su teléfono sonaba y sonaba, pero colgaba o no contestaba. Y no recibí una sola llamada. No sé por qué este es el pago de la amistad: el rechazo, la indiferencia. ¿Te dije que conviví con la muerte? No exagero, amigo mío. Ayer en mi tristeza busqué a mi mejor amiga, mi hermana del alma. Y otra vida sesgada: un primito de 18 años murió en el acto al estrellar su vehículo. ¿Cruel? Un día te desenganchan del pecho materno para comenzar a amamantarte de la vida, saborearla, ver lo bella que puede ser, y cuando te aferras a de nuevo como si de un recién nacido se tratase, a la teta de la vida, un duro golpe del destino te arrebata de cuajo la savia que estabas bebiendo. Y ese golpe ya fue demasiado duro, amigo mío. Ya mi cuerpo, mi mente, mis sentidos, no pudieron soportar más, y me derrumbé en sollozos, caí hasta el fondo de la angustia misma, por ver como todo se deshace en segundos, como la vida no vale nada, y que sólo el amor es lo importante, y si el te falta, la vida deja de tener sentido. Lloré, lloré y lloré, y recibí el ánimo de quien más desesperada estaba, como siempre hizo, ser fuerte por mí, a pesar de ser más pequeña, yo a veces sentí su protección como un niño. Tal vez por eso adopté un día una hermana. Me dijo que luego me telefonearía para ver como seguía, pero seguro que no pudo: demasiado dolor es el de ella para mis minucias. Ahora rezo también por ella, a mi estilo, pero rezo por ella y por esa joven vida que se marchó. Aun recuerdo cuando, hace mucho tiempo, un niño se marchó y detecté en una voz que algo había sucedido. Algo importante, algo muy cruel, como lo que ayer sucedió. Pero mi voz siempre fue la de un buen interprete, y creo que a pesar de todo, en la vida he sabido disimular el dolor, y conseguir no preocupar en exceso a los que en realidad se interesan por un amigo. Este es un breve relato, amigo mío, de lo acontecido en estos días tan tristes, en soledad, ausente de amor y cariño. Pero tenemos que ser fuertes, amigo mío. La vida tal vez no acaba aquí. Siempre queda un pequeño haz de luz, un pequeño rayito de esperanza de que algún día todo irá mejor, que serás querido, que serás amado, que ocuparás un espacio soñado. De hecho te diré que en ello estoy. He decidido ir en búsqueda de esta persona que desapareció dentro de unos meses; ya preparé mis maletas, mis pasajes, mis cosas necesarias, mis cosas imprescindibles, que bien sabes que son pocas: música, un cuaderno donde escribir y mi corazón abierto. Sólo, amigo mío, tengo un temor: llegar y encontrar el lugar vacío, deshabitado, sin nadie que me espere, y encontrarme de nuevo solo. Te quiero, viejo amigo. (Juanfran)


jueves, mayo 10, 2007

DE CINE: SENDEROS DE GLORIA





miércoles, mayo 09, 2007

ME GUSTARIA





Hoy quisiera ser
aquel novato escritor desconocido
cuyas letras te hacían sentir,
aquel que quedaba inquieto con las respuestas
e imaginaba que en algún lugar desconocido,
Tú existías

Desearía recobrar
la ilusión de aquel adolescente
que en tanto tiempo volví a ser
con los ojos y la nariz mojada
y mis manos llenas de tinta azul.

Pero mis manos se han vuelto débiles
se han vuelto viejas y frágiles
mis ojos no están mojados, sino rojos,
y mi corazón más que latir
Sobrevive. Sobrevive a duras penas.

Ya la almohada dejó de ser mi amiga
es sólo un bulto más que vive
entre cuatro paredes vacías
con ecos de llanto y lamentos,
de frases y promesas
que dejaste en el olvido.

Hoy me gustaría
que mi niña fuera mi niña amada
pero mi niña se fue hace tanto
que dejó huérfanos mis sentimientos.
Se marchó lejos, muy lejos de mí
y yo no pude hacer nada.

Te pedí…¿Qué te pedí?
Sólo un poco de amor,
amistad y cariño,
y tal vez complicidad.
Pero es pedir demasiado
a quien no quiere entregarla

Y yo,
con el cajón de mi intimidad
ya vacío sobre tu vida
no dejó de recordar los momentos hermosos
que el egoismo del ser humano nos robó.




lunes, mayo 07, 2007

VUELVE (As to water)



Otra vez estoy
como en una extraña cita
frente a frente con la mar
que a esta hora cada noche me grita.


Barcos de cristal
van anclando en la bahía
y sus duendes soldarán
los pedazos de tu barca que
hinchará sus velas y abrirá la espuma,
y saldremos a buscarte con la luna.

Vuelve, deja el reino de las algas
vuelve, tengo prisa porque salgas
vuelve, que aún te quiero.
Vuelve, las sirenas tienden redes
vuelve, no hagas caso, no te quedes
vuelve, que aún te espero.

Todo sigue igualen la casa y en el pueblo,
tú ya sabes como son:
han dejado de creer que tú
vas a regresar en cualquier momento,
porque ya no significa nada el tiempo.


Vuelve, deja el reino de las algas
vuelve, tengo prisa porque salgas
vuelve, que aún te quiero.
Vuelve, las sirenas tienden redes
vuelve, no hagas caso, no te quedes
vuelve, que aún te espero.

Vuelve, deja el reino de las algas
vuelve, tengo prisa porque salgas
vuelve, vuelve al aire,
vuelve a casa
vuelve, que aún te quiero.
Vuelve, las sirenas tienden redes
vuelve, no hagas caso, no te quedes
vuelve, que aún te espero.

(Mocedades)
(Yehudit Ravitz-Yaakov Rotblit)

domingo, mayo 06, 2007

LAS MANECILLAS




Un segundo,
te miro y me enamoro
te escucho y sonrío
no dejo de sonreír

Un minuto
y mi corazón late
mi sangre fluye
y nazco de nuevo

Dos minutos
dibujo mi cama de azul
tiño mis sueños de violeta
dibujo tu sonrisa en el horizonte

Diez minutos
escribo
escribo
escribo, y lloro

Sesenta minutos
y ya huelo a ti
y desnudo mi alma
y vivo por ti

Un día entero
y sólo pienso en ti
mirando constante el reloj
buscándote por el mundo

Una semana
un día concreto
un día en el que rezo
un día que levanto plegarias

Un mes
y ya no hay marcha atrás
mi corazón tiene cadenas
y está aferrado al amor

Un año
y sigo enamorado
pensando que algún día....
tal vez el amor sonría

Más de un año
y te me vas
te me vas lejos
ya te olvidaste

Mas de un año
cientos de días
las cenizas las barre el viento
soy solo cenizas

Más de un año
y te marchas sin decir adiós
sin prepararme la maleta
sin asiento para mí

Más de un año
y no podré olvidarte
en cada imagen, en cada sonido
que clavaste en mi interior

Más de un año
toda la vida
te esperaré
y ya te has ido

Toda mi vida
cariño mío
te la llevas
y no puedo olvidarte...
No quiero olvidarte jamás

(Juanfran)

sábado, mayo 05, 2007

COMO TINAJA




En los días buenos,
de lluvia,
los días en que nos quisimos
totalmente,
en que nos fuimos abriendo
el uno al otro
como cuevas secretas;
en esos días, amor
en mi cuerpo como tinaja
recogió toda el agua tierna
que derramaste sobre mí
y ahora
en estos días secos
en que tu ausencia duele
y agrieta la piel,
y el agua sale de mis ojos
llena de tu recuerdo
a refrescar la aridez de mi cuerpo
tan vacío y tan lleno de vos.

(Gioconda Belli)

LA LEYENDA DEL NIÑO, EL ARROYO Y LA FLOR.



Era una tarde fría y soleada, como acostumbraban a ser las tardes de Otoño en aquel lugar. A la salida del colegio, el niño recorría esos lugares secretos que su abuelo le había mostrado cuando era aún más niño (un niño de verdad), bastante más joven. Y como siempre, la mochila en su espalda albergando una cantimplora con agua, algo de comida, un aparato de radio que le permitiera escuchar música clásica, y sus cuadernos de notas, siempre sus cuadernos, eternos compañeros de viaje.


En sus solitarios paseos por ese bosque mediterráneo, analizaba las huellas del escurridizo Meloncillo, siempre olisqueando en busca de restos de comida con que alimentarse, o huevos de perdiz que robar. Visitaba las Encinas huecas donde las ágiles Jinetas tenían su morada, y que sólo abandonaban de noche, para salir de caza y dejar ver sus ojos rojos en la noche. Se acercaba a la fuente donde los Conejos de campo solían ir a beber, para comprobar al mismo tiempo si habían crecido algunos Tréboles. En su paseo era frecuente ver en el cielo la silueta de los hermosos Buitres negros, tan peculiares de aquella zona, y tan escasos a la vez. Como todo lo bueno, pensaba que era poco pero de calidad. Alguna vez también tuvo la suerte de contemplar alguna cría de Autillo, incluso de Cárabo, que por su redondez y su esponjoso plumaje más bien parecía un peluche. Y esas dos pequeñas Rapaces le recordaban a su infancia, a su plumaje ya perdido.

Antes de acercarse al arroyo, se solía sentar a la sombra de un gran Alcornoque, y escribía, escribía. no dejaba de escribir a veces hasta que la luz ya era insuficiente para ver la tinta, y siempre tenía de referencia un poema lejano, muy lejano, que en su niñez (¿o adolescencia, o madurez?) escribió. Lo tituló "El rincón de la magia", un rincón al que siempre deseaba volver algún día, un rincón que era todo su anhelo y su esperanza.

Siempre el final de la jornada terminaba en el arroyo, un arroyo limpio, de aguas cristalinas, de aguas frías, ruidoso por la corriente pero silencioso a la vez, y que invitaba a la paz y a la meditación. Un arroyo rodeado de jaras y aromas tan conocidos para él. Se acercó, y mojó sus manos en el agua, salpicó su cara para sentir la naturaleza en su piel, empapó sus cabellos del líquido frío. Se sentó sobre una roca para descansar y ver finalizar el día antes de regresar a casa, cuando en ese momento oyó un rumor, una voz humana, una voz de niña que venía del otro lado del arroyo. Era una niña que cubierta por un sedoso vestido de tonos violetas y blancos que se mecía con la brisa de la tarde. Sus cabellos se movían al ritmo de las ramas de los árboles cuando una bocanada de aire entraba por la ribera de aquel manantial. Ella susurraba una pequeña melodía, lanzaba piedras al agua, y contemplaba sus ondas. El se quedó sin voz y no dejaba de observarla, como lanzaba las pequeñas piedras y como sostenía en su mano una bella flor.

Esa niña le recordaba tanto a la protagonista de su viejo poema, "El rincón de la magia", que sintió un aguijonazo dulce en su corazón. Ella le miró, y mientras le sonreía, la flor que sostenía en su mano, cayó al agua, dejándose arrastrar por la corriente del arroyo. El niño dudó un instante, pero sin pensarlo más, sin quitarse ni ropa ni zapatos, se lanzó al agua, al fondo del profundo arroyo, queriendo recuperar la hermosa flor.

El niño (el hombre) se dejó llevar por la corriente del arroyo, detrás de la flor, como envolviéndose en un sueño eterno, buceando en las zonas más profundas del agua, sabiendo que sería difícil volver a la superficie si su empeño era buscar la flor. Y así fue como, a semejanza de las leyendas de Arturo y Merlín, la Dama del Lago Ninniam se le apareció y le tomó de la mano, llevándolo hasta las profundidades del arroyo, a un lugar que nadie conocía, y donde vela todos los días esa flor, esperando que en algún momento Ninniam le permita regresar a la superficie, al mundo de los mortales, y entregar la flor que perdió aquella bella muchacha.

Mientras tanto, él, debajo del agua, sigue escribiendo, sigue recordando, sigue queriendo encontrar su destino.


(Juanfran)


viernes, mayo 04, 2007

QUE SERÁ DE TI


Qué será de ti
necesito saber hoy de tu vida
alguien que me cuente sobre tus días
anocheció y necesito saber.


Qué será de ti
cambiaste sin saber toda mi vida
motivo de una paz que no se olvida
no se si gusto más de mi o más de ti.


Ven que esta sed de amarte me hace bien
yo quiero amanecer contigo amor
te necesito para estar feliz.

Ven y el tiempo corre y no se para
la vida nos está dejando atrás
yo necesito saber que será de ti.

Qué será de ti
cambiaste sin saber toda mi vida
motivo de una paz que ya se olvida
no se si gusto más de mi o más de ti.


Ven que esta sed de amarte me hace bien
yo quiero amanecer contigo amor.
te necesito para estar feliz.

Ven y el tiempo corre y no se para
la vida nos está dejando atrás
yo necesito saber que será de ti.


(Roberto Carlos)

jueves, mayo 03, 2007

PLANTAS DE AL-ANDALUS




VIOLETA
(Viola Odorata)

Los poetas andalusíes hablaban de la violeta como "alas de mariposa teñidas con moras de jardín", le encuentran un parecido con las huellas de un mordisco en la mejilla o en el "seno de la bienamada".
El color es difícil de describir y a veces se confunden violetas y pensamientos. Es una planta herbácea, perenne, con flores dispuestas en un largo pedúnculo de cinco pétalos violáceos, también se puede dar una variedad blanca. Florece desde noviembre hasta marzo, necesita sitios húmedos y umbríos, puede cultivarse con facilidad. Tiene propiedades como emoliente, expectorante y laxante. Las flores se usan en catarros y gripes en forma de infusión o jarabe. Las hojas son antirreumáticas. Las flores se usan también en pastelería y la esencia en perfumería.


miércoles, mayo 02, 2007

ORGULLO DE SER ANDALUZ, ORGULLO DE UN SER HUMANO





La distancia que separa las calles, parques y ciudades españolas de las jaimas o tiendas de campaña azotadas por el sol y el viento del Sahara argelino, en el que sobreviven en campos de refugiados desde finales de los setenta más de 200.000 saharauis, se reduce en el verano. Los artífices de este acercamiento son las asociaciones de amigos del pueblo saharaui que organizan desde hace 14 años el programa "Vacaciones en paz", una iniciativa que permite que los niños de este pueblo en el exilio puedan vivir durante los meses de julio y agosto una vida diferente acogidos en hogares de familias españolas.

En 1991 llegaron los primeros pequeños a nuestro país. Desde entonces, cerca de 100.000 niños de entre 8 y 12 años han disfrutado, junto con sus familias de acogida, de una experiencia vital única en la que se combinan solidaridad, tolerancia, aprendizaje, salud, amistad, cariño y cultura. Este año está previsto que pasen con familias españolas los meses de julio y agosto 9.850 niños saharauis. Uno de cada tres lo hará en Andalucía, la comunidad que, con diferencia, acoge a un mayor número de pequeños, en concreto, 2.500. Le siguen Castilla-La Mancha, con 1.008 niños, Cataluña, con 804, Galicia, con 601, Castilla y León, con 547, Valencia, con 546, y Extremadura, con 540.

Los objetivos que se persiguen con esta campaña son los siguientes:

Lograr que los niños puedan vivir durante los meses de verano fuera de los campos de refugiados. Las ya de por sí duras condiciones del Sahara se endurecen hasta niveles difíciles de soportar en los meses de julio y agosto, con temperaturas que alcanzan los 50º a la sombra.

Permitir que los pequeños tengan una oportunidad de conocer una nueva cultura, un nuevo idioma, unas nuevas costumbres... algo vedado para ellos en condiciones normales, habida cuenta de la escasez de recursos económicos de que disponen.

Aprovechar para que el niño pueda ser revisado a través de exámenes médicos, lo que permitirá incrementar las opciones de un desarrollo físico saludable, algo de importancia capital en un entorno de condiciones extremas como en el que viven.

Los beneficios que obtienen los niños saharauis, tal y como subrayan las organizaciones promotoras distribuidas en diferentes comunidades autónomas y las propias familias de acogida, son numerosos. Su salud mejora, su vitalidad también, pueden disfrutar de un clima más benigno, de una mejor alimentación no limitada por las condiciones extremas del desierto, establecen relaciones de amistad con niños españoles y fuertes vínculos con la familia de acogida.

Sin embargo, ni la intención del programa ni de sus beneficiarios es buscar una vía de escape y de huida de las duras condiciones de vida del desierto sahariano para no volver a ellas. Aunque su marcha genera pena tanto en las familias como en los propios niños, las asociaciones de amigos del pueblo saharaui insisten en el hecho de que los niños regresan al que es su hogar con el deseo de volver a ver a sus padres y hermanos. Los promotores recalcan que los niños saharauis viven en familias en perfecta armonía, rodeados de los suyos. De hecho, subrayan, su entorno familiar es fundamental para su estabilidad y en él también son felices.

Estas asociaciones defienden que cualquier familia que decida realizar este esfuerzo debe saber que, en realidad, no está haciendo sólo una obra de caridad. El programa "Vacaciones en paz" se pone en marcha en la época en la que los niños españoles disfrutan de sus vacaciones estivales, lo que permite a los niños saharauis y a los españoles un intercambio cultural y les da a unos y a otros la oportunidad de contactar con una cultura distinta, con personas diferentes, con otras costumbres.... No obstante, quizá el aspecto más importante radica en el programa sanitario que los responsables de la campaña han diseñado. Este programa, que se realiza en colaboración con las autoridades sanitarias de cada comunidad autónoma y de cada ayuntamiento participante, permite que todos estos niños sean sometidos a reconocimientos médicos cada vez que vienen a España.

Estos reconocimientos anuales hacen posible que los niños saharauis disfruten de una vigilancia periódica de su salud, lo que les da, al mismo tiempo, más oportunidades para tener un crecimiento normal. Durante los dos meses que están en España, los niños saharauis son sometidos a revisiones de la vista (dañada por el tremendo sol del Sahara), del oído, de sangre y orina,.... Cualquier anomalía detectada por los médicos permite diseñar el tratamiento idóneo para que este niño pueda superarla con éxito.

http://www.universia.es/portada/actualidad/noticia_actualidad.jsp?noticia=92848

martes, mayo 01, 2007

EDELWEISS










Como el amor, la flor del Edelweiss espera en algún lugar recóndito y prácticamente inaccesible a que alguien la descubra para llevársela a casa. Aunque son tantos los que la persiguen, que corre el riesgo de extinguirse y ha tenido que ser declarada especie protegida. Su belleza y fortaleza han alimentado una leyenda viva que esconde ciertos misterios.

Su nombre científico es Leontopodium alpinum, proviene del griego y significa 'pie de león de los Alpes'. El tamaño puede variar entre 2,5 y 10 cm, pero su aparente fragilidad sólo es un espejismo tras el que se oculta una flor increíblemente resistente, capaz de sobrevivir a más de 3.000 metros de altitud y soportar las temperaturas extremas de las montañas alpinas.
En realidad, ésas son las condiciones adecuadas para su desarrollo, ya que sólo crece de forma natural por encima de los 1.500 metros, en paredes y pendientes calcáreas o sobre rocas, en aquellas hendiduras que reciben una pequeña dosis de luz solar. Una fibra vegetal la protege de las heladas y las radiaciones ultravioleta. Florece entre julio y septiembre y sus hojas pueden ser de color blanco, grisáceo o ligeramente amarillento.


El secreto

El solo hecho de tener que escalar montañas, y alcanzar difíciles recovecos para conseguir un ejemplar, casi justifica por sí sólo las múltiples historias y leyendas que se han generado en torno a ella. Pero aún hay más.
La Edelweiss vive camuflada. Se esconde bajo la apariencia de una sola flor, cuando en realidad es un conjunto de diminutas florecillas que han evolucionado y crecen agrupadas para sobrevivir.


Historias de una flor

La flor de Edelweiss es actualmente una especie protegida. Se ha llegado a vender seca, incluso como souvenir, porque los turistas siempre han mostrado un gran interés por las historias de amor y aventura que lleva aparejadas.
Se la considera un símbolo de valor y coraje. La leyenda más extendida cuenta que los hombres que pretendían probar su amor tenían que subir más de 2.000 metros para conseguir una y entregarla a su amada.
También se dice que tomó su color de la luna, y que es capaz de huir de los esfuerzos de los hombres que la persiguen, elevándose cada vez más en la montaña. Representa el honor, el mundo de los sueños y el amor eterno, que nunca se secará. Su imagen es considerada como el reflejo perfecto de una belleza extraña y sosegada. En el lenguaje de las flores, edelweiss significa
'escríbeme'.


Edelweiss, edelweiss
Every morning you greet me
Small and white, clean and bright
You look happy to meet me
Blossom of snow may you bloom and grow
Bloom and grow forever
Edelweiss, edelweiss
Bless my homeland forever