Poesía y poco más

lunes, enero 01, 2007

El Ultimo Amor



Amor mío, amor mío.
Y la palabra suena en el vacío, Y se está solo.
Y acaba de irse aquella que nos quería. Acaba de salir.

Acabamos de oír cerrarse la puerta.
Todavía nuestros brazos están rendidos.
Y la voz se queja en la garganta.Amor mío...

Cállate. Vuelve sobre tus pasos.
Cierra despacio la puerta,
si es que no quedó bien cerrada.
Regrésate.
Siéntate ahí, y descansa.
no, no oigas el ruido de la calle. No vuelve.
No puede volver.
Se ha marchado y estás solo.
No levantes los ojos para mirarlo todo,
como si en todo aún estuviera.

Se está haciendo de noche.
Ponte así: tu rostro en tu mano.
Apóyate, descansa.
Te envuelve dulcemente la oscuridad y lentamente
te borra.

Todavía respiras.
Duerme. Duerme si puedes.
Duerme poquito a poco,
deshaciéndote, desliéndote en la anoche
que poco a poco te anega.

¿No oyes? No, ya no oyes.
El puro silencio eres tú,
oh dormido, oh abandonado,
oh solitario.

¡Oh, si yo pudiera hacer
que nunca más despertase!

(Vicente Aleixandre)